Desde el pasado mes de enero, la Guardia Civil y Europol estaban detrás de una investigación para desmantelar una organización internacional que se dedicaba a introducir en Cataluña, para luego moverla por todo el Estado y también hacia Europa, kilos y kilos de cocaína. A raíz del hallazgo de más de 600 kilos de cocaína en un rotor, que había sido enviado desde Panamá y que debía llegar a Lleida, el juzgado de instrucción número 3 de la capital del Segrià abrió una pieza separada que la semana pasada se pudo cerrar con la explotación del caso y varios registros en Gavà, Viladecans y también en El Prat de Llobregat, sobre todo en el barrio de Sant Cosme, pero también en una de las casas del principal investigado, en el carrer de la Mare de Déu de Montserrat. Era la segunda fase para acabar con la estructura local que se encargaba, supuestamente, de mover la cocaína en nuestra casa.
Nuevos detenidos, directos a prisión
Se realizaron un total de nueve detenidos, la mayoría de nacionalidad española y etnia gitana, que después de ser trasladados a Lleida y entregados al juzgado que tuteló la investigación y autorizó las entradas, fueron enviados a prisión, provisional y sin fianza. Este caso ya ha dejado varios detenidos e investigados en las dos fases que se han explotado hasta ahora. La Guardia Civil detuvo, el pasado mes de marzo, a un mediático agente de los Mossos d'Esquadra que fue el encargado, supuestamente, de alquilar la nave industrial donde se iba a recibir el rotor de más de diez toneladas, cargado de cocaína, que fue lo que inició la investigación que se cerró la semana pasada. El agente es conocido por haber declarado contra sus mandos a raíz de las actuaciones del Primero de Octubre y la celebración del referéndum independentista. La causa fue archivada.
En los registros realizados la semana pasada en Sant Cosme, en El Prat, y también en el carrer de la Mare de Déu de Montserrat, en la misma ciudad, así como en Viladecans y Gavà, la Guardia Civil detuvo a nueve personas, y entre ellas, según han explicado fuentes de la investigación a ElCaso.com, José C.F., un hombre con varios antecedentes relacionados con los delitos contra la salud pública, por ser uno de los líderes de la estructura, una organización con ramificaciones internacionales, y de la cual, en la zona de Barcelona, él ejercía de lugarteniente, en una posición justo por debajo del líder.
En los registros se encontró un verdadero arsenal, incluso con armas de guerra como AK-47 y varios vehículos de alta gama, como un Audi RS 3, con matrículas francesas. Se da la circunstancia de que en este piso, hace pocos años, se intervino, al mismo clan, un Lamborghini, también de origen ilícito. El principal investigado y su pareja, aunque tenían vigente una orden de alejamiento, vivían en este piso, fuera del barrio de Sant Cosme, pero, por los dos clanes del barrio, aunque enfrentados y que habitualmente resuelven sus incidentes a tiros, el detenido sigue siendo uno de los principales líderes.
Más de 1.000 kilos de cocaína
En la primera fase de la investigación, también llevada a cabo por la Guardia Civil de Lleida y la Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, se detuvieron más personas, algunas de nacionalidad española y otras de nacionalidad colombiana. Además de los 600 kilos de cocaína intervenidos en el rotor interceptado antes de llegar a la nave de Lleida, en esta segunda fase se han intervenido 150 kilos de cocaína, que deben sumarse a los 400 que, con la colaboración de la agencia antidroga de Estados Unidos, la DEA, se pudieron interceptar en Panamá, y que también tenían origen en el Puerto de Barcelona.
En total, en esta operación, se han retirado del mercado más de 1.000 kilos de cocaína, un elemento que ya demuestra cuál era la capacidad de esta organización con ramificaciones en el Baix Llobregat y en Lleida y con conexiones internacionales. Y también confirma lo que hace meses que fiscales antidroga y cuerpos policiales alertan: Barcelona se está convirtiendo en una de las puertas de entrada de la droga a nuestro país, para poder correr después libremente por Europa. Y el narcotráfico a gran escala, como el crimen organizado internacional, también despliega el terror en nuestra casa, con ejecuciones como las de noviembre en Montgat, cuando fue asesinado, de un tiro por la espalda, David Caballero, un antiguo estibador del Puerto de Barcelona.