José Enrique Abuín Gey, conocido popularmente como 'El Chicle' es el asesino de Diana Quer, una chica de 18 años que desapareció en La Coruña. El hombre está condenado a prisión permanente revisable y, en los últimos años ha cambiado radicalmente tanto su aspecto físico como su comportamiento.
El crimen de Diana Quer fue uno de los más mediáticos de España. El 22 de agosto del 2016, Diana estaba volviendo a su casa de veraneo de Puebla del Caramiñal después de pasar la noche de fiesta, cuando fue abordada por el Chicle, que la secuestró para intentarla violar y, posteriormente, la mató estrangulándola. Escondió su cadáver en un pozo.
El Chicle confesó que había asesinado a Diana Quer
Esta chica de 18 años estuvo un año y cuatro meses desaparecida hasta que, finalmente Chicle confesó el crimen y explicó a los agentes dónde había escondido el cadáver. José había sido denunciado por violar a su cuñada. De hecho, lo pillaron porque intentó agredir sexualmente a otra chica con el mismo modus operandi que a Diana y lo detuvieron como presunto autor de los hechos. Fue en comisaría cuando dijo que había matado a la madrileña que estaba veraneando en Puebla del Caramiñal.
Teniendo en cuenta los antecedentes de este depredador sexual, es muy probable que agrediera sexualmente a Diana antes de asesinarla, pero como su cuerpo estaba tan deteriorado, no se pudo determinar y acabó siendo condenado a prisión permanente revisable por asesinato con alevosía, pero quedó absuelto de violación.
El Chicle ha cambiado radicalmente su aspecto y su comportamiento
Actualmente, está cumpliendo condena en la prisión de Mansilla de las Mulas de León y, en los últimos años, su actitud y su aspecto físico han cambiado radicalmente. Al principio, era un interno conflictivo y se mostraba poco colaborativo con los funcionarios, pero con el paso del tiempo, ha cambiado: se ha convertido en un "lobo solitario", ya que no se habla con el resto de presos, explica El Español.
El Chicle tiene un aspecto muy diferente de cuando era tan mediático por el macabro asesinato: se ha engordado 10 kilos y cuesta reconocerlo. La agresividad que mostraba al principio, se ha ido convirtiendo en obediencia y hace los trabajos que le corresponden sin quejarse, ya que es consciente de que le quedan muchos años entre rejas.
"Ahora está alejado de narcotraficantes y otros internos agresivos"
Los presos de su módulo no tienen ninguna intención de relacionarse con este asesino y él tampoco muestra interés por hacerse amigo de los otros internos. "Ahora está en un módulo de respeto, alejado de narcotraficantes y otros internos agresivos que quieren engancharlo para hacer un ajuste de cuentas. Los mismos presos colaboran para mejorar la convivencia", dicen fuentes penitenciarias en El Español.