La Policía Nacional detuvo el pasado 5 de enero en Terrassa (Barcelona) a un hombre de 49 años y nacionalidad marroquí acusado de haber matado a su pareja quemándola viva en presencia de sus dos hijos pequeños, de 4 y 5 años. El atroz crimen lo cometió el año 2017 en el domicilio familiar, en Marruecos: roció a su mujer con disolvente y le prendió fuego con un mechero. Seguidamente, se sentó a la mesa y empezó a comer como si no pasara nada, mientras su mujer agonizaba tirada en el suelo. Los niños miraban toda la escena.

Solo ante la insistencia de unos familiares que llegaron a la casa poco después, accedió a llevarla a un centro médico. La mujer todavía estaba viva, pero había sufrido heridas de muchísima gravedad que no pudo superar, y acabó muriendo en el hospital. Habiendo asesinado a su mujer, el ahora detenido huyó para evitar su detención. Después de un tiempo prudencial, decidió abandonar su país y refugiarse en Europa. Así fue como llegó a las costas del estado español cruzando el estrecho de Gibraltar en patera.

Escondido en Catalunya y vinculado al yihadismo

La investigación llevada a cabo por la policía española arrancó después de que los agentes del Área de Información centrados en detectar personas radicalizadas yihadistas, se enteraron de un ciudadano marroquí establecido en el estado y con una Orden Internacional de Detención y Extradición (OIEDE) por haber matado a su pareja.

El hombre adquirió una identidad falsa, y se desplazó por varias ciudades del estado para dificultar su localización. Así, el mismo año 2017 fue identificado en Pamplona y detenido por otra infracción en Cádiz, pero quedó en libertad poco después. En los dos casos, las autoridades no pudieron relacionarlo con el fugitivo escapado de Marruecos.

En algún momento de estos siete años, el sospechoso llegó a Catalunya y cometió el error de establecerse de manera definitiva, sintiéndose seguro después de tanto tiempo sin ser identificado. Que dejara de desplazarse continuamente, sin embargo, posibilitó a los investigadores de la Brigada Provincial de Información de Barcelona localizarlo, identificarlo como el fugitivo que buscaban y, finalmente, detenerlo en su casa, en Terrassa. Después de pasar por la Audiencia Nacional, ingresó en prisión de manera provisional y sin fianza.