Uno de los principios básicos de cualquier persona que quiera robar es pasar desapercibido e intentar que nadie le vea. Esto, sin embargo, parece que dos ladrones que el pasado 28 de diciembre querían robar cable de cobre en un área de servicio de la AP-7 no lo habían aprendido y los Mossos los acabaron deteniendo. Era alrededor de las once de la noche cuando una patrulla de paisano de la policía catalana estaba haciendo un servicio de prevención de robos en camiones en el kilómetro 34,5, en el término municipal de Garrigàs, en el Alt Empordà (Girona), y vieron a los dos individuos escondidos detrás de un centro de transformación eléctrica.
La actitud de los dos hombres llamó la atención de los agentes de los Mossos, que se quedaron mirándolos y viendo cómo manipulaban y forzaban la puerta de acceso para entrar. Poco después, los dos individuos volvieron a salir de la estación transformadora cargados de cable de cobre cortado y lo escondieron detrás de unos arbustos. Paralelamente, otra patrulla de los Mossos que había por la zona vio una furgoneta sospechosa y, al comprobar sus datos, vieron que había sido robada. El vehículo, una furgoneta de una empresa de alquiler, no había sido devuelta el 13 de diciembre cuando tocaba.
Los Mossos les esperaban que cargaran el cable en la furgoneta
Ante estas dos situaciones, los agentes de los Mossos solo tuvieron que esperar y cuando los ladrones iban hacia la furgoneta cargados con las herramientas y el cableado de cobre robado, los policías los interceptaron y, tras identificarlos, los detuvieron. Ambos hombres, de 29 y 43 años, uno de nacionalidad española y el otro rumana, cuentan con múltiples antecedentes policiales a los que ahora se sumará esta nueva detención como presuntos autores de un robo con fuerza, receptación y apropiación indebida de vehículo. Se da la circunstancia de que a uno de los ladrones ya se lo estaba buscando y tenía pendiente una orden de detención vigente por otro robo de cobre cometido en Castellón de la Plana en 2024.
