Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 44 años después de que lo pillaran rondando un instituto de Calella para intentar vender droga a los estudiantes, la gran mayoría menores de edad. Los hechos tuvieron lugar el pasado 10 de diciembre cuando una patrulla de paisano se encontraba por los alrededores del centro educativo haciendo tareas de vigilancia de posibles ventas de sustancias estupefacientes durante los ratos de los recreos, conocido popularmente entre niños y adolescentes como la hora del patio. Poco después, en la calle de Sant Antoni, vieron a un hombre en actitud sospechosa. El individuo iba caminando lentamente mientras hablaba por teléfono e iba mirando hacia atrás constantemente.
Cuando el hombre se dio cuenta de la presencia de los agentes de paisano, se quitó la chaqueta y la dejó de manera disimulada encima de un contenedor de ropa de segunda mano. En este momento, los policías lo pararon, lo identificaron y lo registraron, tanto a él como la chaqueta que acababa de tirar. En la prenda de ropa encontraron catorce envoltorios de cocaína con un peso total de unos catorce gramos, 34 envoltorios de marihuana con un peso total de unos 65 gramos y 27 fragmentos de hachís con un peso total de unos 50 gramos. Por este motivo, fue detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y ha sido puesto a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Arenys de Mar.
Pillan dos camellos rondando por una zona escolar de la Jonquera
Mientras en Calella la droga se vendía a la hora del patio, pocos días antes la Policía Nacional pilló en la Jonquera a dos camellos que la vendían a primera hora de la mañana antes de entrar en clase. Los dos individuos se paseaban con el coche por los alrededores de los centros escolares esperando que llegaran los estudiantes, cuando una patrulla los descubrió y les ordenó que se detuvieran. Los dos chicos explicaron a los policías que no paraban de dar vueltas porque volvían a casa de una noche de fiesta y se habían perdido, pero cuando los registraron e inspeccionaron el coche, encontraron varios envoltorios que escondían pequeñas dosis de diferentes drogas claramente a punto para vender, así como billetes pequeños y algunas herramientas para fraccionar los estupefacientes.