El pasado fin de semana, los Mossos d'Esquadra pillaron a un prolífico ladrón que invirtió el sábado y domingo en desvalijar las oficinas de varios aparcamientos de toda Barcelona. En concreto, siete fueron víctimas de este individuo, un joven de 22 años -cuya nacionalidad no se ha comunicado- quien, a pesar de su corta edad, ya recoge un historial de 23 antecedentes policiales por robos y hurtos en la capital catalana. En menos de 48 horas se llevó un botín de 1.300 euros después de entrar en parkings de los distritos del Eixample, Les Corts y Sant Martí, con la mala suerte de quedar grabado por las cámaras de seguridad en casi todas las ocasiones.

 

La manera de hacer del delincuente era la siguiente: forzaba las puertas de acceso a los parkings, hacía una tarea de vigilancia básica para determinar si había alguien dentro de las oficinas y en caso negativo, rompía el cristal para poder acceder al interior. Una vez dentro, removía cajones, armarios y vaciaba las cajas fuertes para llevarse principalmente dinero, aunque si localizaba objetos de valores como un móvil, tampoco tenía problemas para llevárselos. Los vigilantes de seguridad y responsables de estas oficinas no tardaron en denunciar los robos y los agentes de la Unidad de Investigación del distrito del Eixample ataron cabos y relacionaron todos los incidentes con la misma persona.

Detenido nueve veces en un mes

Con el visionado de las cámaras de seguridad pudieron identificar al sospechoso como un multirreincidente quien, solo durante el mes de febrero, había sido detenido por nueve robos con fuerza en varios comercios y entidades de la ciudad. Con todo eso, no fue difícil localizarlo y detenerlo el lunes pasado, acusado de siete delitos de robos con fuerza. El día 25 de febrero pasó a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona.