Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres en Reus y Tarragona implicados en una serie de robos con fuerza y en la posterior venta del material sustraído. Los hechos empezaron a principios de septiembre, cuando los agentes detectaron hasta trece robos en trasteros de dos comunidades de vecinos situadas en las calles Sant Ferran i Campoamor, en Reus (Tarragona). El supuesto autor de los robos es un hombre de 25 años, cuya nacionalidad no han querido facilitar, conocido por la policía y con más de cuarenta antecedentes policiales que, por muchas veces que lo atrapen, siempre queda en libertad.

Según las investigaciones de los Mossos d'Esquadra, el ladrón entraba en los trasteros para robar todo tipo de objetos —desde bicicletas hasta herramientas, patinetes o material electrónico—, que después vendía en un establecimiento de compraventa de Tarragona. El hombre fue detenido el 24 de septiembre y pasó a disposición judicial ante el juez en funciones de guardia pocas horas después, que decretó su libertad con cargos. Se desconoce, sin embargo, si en estos últimos 30 días ha cometido más delitos. 

Los objetos se los quedaba otro tendero

Las indagaciones de los Mossos, sin embargo, no terminaron aquí. La policía siguió el rastro de los objetos y descubrió que el material robado acababa siempre en manos del responsable de una tienda de segunda mano situada en la calle Alguer, de Tarragona. Las pesquisas llevaron a los agentes del Grup de Delinqüència Urbana de las comisarías de Reus y Tarragona, con el apoyo de la Guàrdia Urbana de Tarragona, a realizar una inspección en este local. Durante el registro, los agentes encontraron varios objetos de origen sospechoso, entre ellos un teléfono móvil valorado en 1.300 euros sustraído en un municipio de Tarragona, otro móvil, un ordenador portátil, un patinete eléctrico, varias herramientas y un reloj inteligente valorado en 1.000 euros. También se localizaron hasta catorce documentos oficiales de identidad de diferentes personas

El propietario de este negocio de objetos de segunda mano, un hombre de 36 años con dos antecedentes policiales por hechos similares, dio explicaciones contradictorias y no supo acreditar cuál era la procedencia de buena parte de los objetos. Los Mossos lo detuvieron como supuesto autor de un delito de receptación. Este hombre, cuya nacionalidad no se ha facilitado, quedó en libertad horas después de ser detenido.