Con Francia -y el resto del mundo- todavía conmocionada con el caso Pèlicot, llega un nuevo macrojuicio por violencia sexual a los juzgados del país galo: el cirujano Joël Le Scouarnec se sentará en el banquillo de los acusados el año 2025 para responder por las supuestas violaciones de 299 pacientes, la gran mayoría menores, entre 1989 y el 2014 en tres hospitales diferentes del nordeste de Francia. El fiscal de Lorient, Stéphane Kellenberger, ha confirmado que a inicios del próximo año arrancará el juicio contra él. "Teniendo en cuenta su importancia, su complejidad y el número de víctimas, este procedimiento ha estado calificado de extraordinario por la dirección de los servicios judiciales del Ministerio de Justicia", ha detallado.

El acusado, que actualmente tiene 72 años, abusó sexualmente de casi 300 víctimas, 158 niños y 141 niñas, cuya edad media era de once años; solo en catorce de los casos los pacientes agredidos tenían más de veinte. El fiscal ha estimado que 111 de los casos están calificados de violación agravada y el resto, agresión sexual agravada. Por estos hechos se enfrenta a una pena de veinte años entre rejas, después de que en el 2020 fuera condenado a 15 por la violación de la hija de unos vecinos de solo seis años. 

Tomaba nota de todas las violaciones en diarios

Durante la investigación de la agresión sexual a su vecina menor, los policías encontraron una serie de cuadernos donde Le Scouarnec había apuntado de manera detallada y cronológica, a modo de diarios, todos los abusos que había cometido en los hospitales, cómo aprovechaba cuando las víctimas todavía estaban sedadas después de las operaciones y qué medidas de precaución tomaba para no ser descubierto por sus colegas. Además, también había escrito los nombres y las edades de los pacientes y el tipo de abusos a los que los había sometido.

En este sentido, las víctimas no recordaban nada de las violaciones, ya que estaban todavía bajo los efectos de la anestesia y no se daban cuenta de nada. Aun así, los psiquiatras que las examinaron detectaron en ellas secuelas postraumáticas posiblemente relacionadas con estas agresiones.

Historial de pedofilia

Si todo eso no fuera suficiente, en el año 2005 estuvo cuatro meses en la cárcel después de que el FBI rastreara su IP al detectar que había comprado pornografía infantil en internet y lo pusieron en conocimiento de las autoridades francesas. En el registro de su domicilio encontraron en el ordenador 300.000 archivos, entre fotografías y vídeos, de contenido sexual donde aparecían menores de edad. 

A pesar de este antecedente, y también de haber sido denunciado en el año 2006 por un colega suyo, en ninguno de los hospitales donde trabajó lo suspendieron y siguió ejerciendo de manera impune durante tres décadas, teniendo acceso a niños y niñas de quienes después acababa abusando. Por eso, el fiscal también ha abierto una investigación paralela en estos centros médicos por posible ocultación de delitos.