Dominique Pélicot, el hombre acusado de haber drogado a su mujer durante años para que otros hombres la violaran, ha admitido los hechos este martes ante el tribunal que lo juzga, después de haberse aplazado su comparecencia durante una semana debido a una enfermedad. "Soy un violador, como todos los acusados de esta sala, que cuando venían conocían el estado en el cual se encontraba", ha dicho, haciendo referencia al hecho de que los otros cincuenta acusados sabían que Gisele Pélicot estaba inconsciente bajo los efectos de los ansiolíticos que él le suministraba sin que se diera cuenta.
El francés, que tiene 71 años, lleva en prisión de manera provisional desde el 2020, cuando descubrieron lo que hacía en el lecho conyugal a raíz de una detención por haber grabado bajo las faldas de unas mujeres en un supermercado. La policía confiscó su ordenador y al revisar el disco duro encontraron centenares de vídeos y de fotografías de su mujer siendo violada por diferentes hombres mientras ella dormía. Según los psicólogos que lo han examinado, Pélicot es una persona narcisista, egocéntrica y voyeur. "Concebía a su mujer como un objeto, una cosa utilizada para satisfacer sus necesidades y deseos sexuales", han asegurado algunos de estos expertos ante la jueza.
Pélicot llora durante su declaración
Además de admitir los hechos y de señalar como culpables indiscutibles el resto de los acusados, Pélicot ha rememorado su niñez, marcada, segundos él, por abusos familiares y una presunta violación cuando tenía entre 9 y 14 años. Ha sido en este punto de su relato que ha empezado a llorar, un gesto que nada tiene que ver con el arrepentimiento de lo que le ha hecho durante casi una década a su mujer, y más con un intento de victimizarse ante el tribunal que lo juzga. “No nacemos perversos, nos convertimos en esto”, ha continuado escudándose en unas circunstancias que, de momento, no han podido ser probadas.
Sobre todo esto, Gisele Pélicot - quien, a pesar de haberse divorciado este agosto de su violador, mantiene el apellido de casada- ha respondido de manera contundente. "Para mí, es difícil escuchar lo que acaba de decir el señor Pélicot", ha asegurado, para negar sus excusas, asegurando que él "era consciente que había cometido estos actos de violación y barbarie en mi contra".
El juicio, que empezó el pasado 2 de septiembre, estaba previsto que se alargara hasta justo antes de Navidad. La enfermedad de Dominique Pélicot, una infección renal, ha hecho atrasar todo el proceso, puesto que los hijos se negaron a declarar si no era en presencia de su padre.