En la Mina nadie sabe nada. Nadie habla. El silencio de omertà impera en este barrio de San Adrián de Besós donde, si algo suena, son los gritos de las peleas y el ruido de los disparos. El pasado 7 de enero, 150 disparos pusieron en alerta el barrio y a la policía. Los Cascabeles se dispararon entre ellos, por causas que aún no se han aclarado, aunque todos pueden imaginarlo, contra algunos de los familiares de los Garcia Cortés, uno de los otros clanes de etnia gitana que luchan por controlar el barrio y el tráfico de drogas. Siempre supuestamente. La investigación ha sido larga, ha durado meses, y el vídeo que se pudo conocer del tiroteo, grabado por un vecino, y difundido por redes sociales, ha sido clave. Esta mañana, en un operativo con 350 agentes de los Mossos, la policía catalana ha asaltado una decena de pisos, se han intervenido nueve armas –algunas de ellas relacionadas con el tiroteo– y se han detenido a nueve miembros de los Cascabeles, presuntamente relacionados con los hechos del pasado mes de enero.

"Me cago en los muertos de los chivatos"

Uno de los detenidos, al ser sacado de los pisos para ser trasladado a la comisaría de Badalona, tuvo su minuto de gloria. Como un actor con el guión aprendido, y ante la prensa, y sobre todo, ante su pareja y otros familiares, y también de otros vecinos curiosos, envió un mensaje a quien debía escucharlo. Apuntó que vengaría a quien lo había delatado. Los "chivatos", dijo él.

 

Es uno de los nueve detenidos en la redada policial de esta mañana en La Mina, que tenía como objetivo recuperar las armas del tiroteo y también detener a las personas que se habían relacionado con los hechos, autores materiales de los disparos y también las personas que, supuestamente, dieron cobertura a los pistoleros después de los hechos y durante las semanas que los Mossos han estado haciendo vigilancias en la zona. Ya esposado, y antes de subir al coche, uno de los detenidos quiso acordarse de los supuestos chivatos que lo habían vendido. "Me cago en los muertos de los chivatos", dijo, tal como se puede ver en este vídeo que acompaña la noticia. "Una mierda me han pillado", insiste el detenido. "Tengo mucho dinero para salir (de la prisión, se entiende)", también lanza ante el público que le dice que no se preocupe, que pronto estará en la calle.

La omertà en la Mina

Estas palabras tienen sentido si se entienden como funciona La Mina. Los mismos investigadores han explicado que, por miedo o por intereses, la colaboración con la policía en este barrio de San Adrián es mínima, la omertà impera y es muy complicado investigar hechos como estos, donde hay varias personas implicadas, pero nadie quiere ayudar a resolver el caso. El detenido solo puede entender su detención por la colaboración de algunos de sus vecinos, personas que pueden tener interés en verlo entre rejas para poder absorber parte de su negocio, ya sea con la droga o con otros de los que, supuestamente, lideran desde estos pisos, todos ocupados, de una de las no-go zones del área metropolitana de Barcelona.

Un agente de la ARRO de los Mossos delante de uno de los bloques de La Mina registrados / ACN