Un ladrón de coches ha corrido los 1.000 metros libres para evitar ser detenido, aunque, finalmente, no ha conseguido eludir la policía y ha acabado en comisaría. Los hechos han tenido lugar en Cunit, en concreto en la zona de la playa de este municipio de Tarragona. El detenido, de 24 años, había roto el cristal de la parte del conductor de un turismo estacionado en el parking de Les Oliveres, llevándose un botín de 640 euros en metálico. Desgraciadamente para él, decidió cometer el robo a plena luz del día, y algunas personas que justo pasaban por el aparcamiento lo pillaron con las manos en la masa, y avisaron inmediatamente a la Policía Local.
Persecución a pie durante más de un kilómetro
La rápida reacción de las patrullas de la municipal hizo que el individuo quedara identificado prácticamente de manera inmediata. El delincuente, al verse descubierto, echó a correr por las calles de la localidad, con los policías detrás. Durante más de un kilómetro huyó este joven, hasta que los agentes decidieron continuar la persecución con un vehículo, ya que a pie no conseguían pillarlo. De esta manera, consiguieron arrinconarlo en una comunidad de vecinos, donde había entrado para esconderse.
No obstante, comprendió que no tenía manera de escapar, puesto que los agentes vieron cómo entraba en la urbanización y lo rodearon. Después de un rato esperando, consiguieron que saliera sin oponer resistencia. El ladrón quedó detenido, y durante el registro encontraron los 640 euros que acababa de sustraer del interior del coche aparcado en Les Oliveres. Después de una rápida gestión, la Policía Local pudo identificar al propietario del coche, se pusieron en contacto con él y le devolvieron el dinero. Con respecto al vehículo, el cristal de la parte delantera quedó completamente destrozado, y se tendrá que sustituir por uno nuevo.
A principios de esta semana, los Mossos d'Esquadra detuvieron en Reus a dos ladrones que habían entrado a robar en un piso subiéndose al balcón utilizando una escalera. Los dos jóvenes, de 26 y 28 años, cometieron el hurto la madrugada del pasado lunes, pero fueron sorprendidos por los propietarios de la vivienda y tuvieron que huir. Cuando intentaban escapar por la escalera, uno de ellos perdió la chaqueta, que recuperó uno de los inquilinos del piso, que reconoció a los ladrones después de que la policía catalana los detuviera.