El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a siete años de prisión a Rafael A.Z., un hombre acusado de aprovechar su trabajo como monitor en un centro de discapacitados de Motril (Granada) para abusar sexualmente de un usuario con una minusvalía reconocida del 98%.
Un monitor agredió sexualmente a un usuario minusválido
El condenado trabajaba como monitor en un centro especializado de Motril y ofrecía un taller de cerámica en el que participaba su víctima, con parálisis cerebral y un retraso mental grave, así como discapacidad del sistema neuromuscular. Tenía reconocido un grado de minusvalía del 98%.
Los hechos se remontan al periodo comprendido entre finales de septiembre de 2015 e inicios del mes de diciembre de ese mismo año cuando, según la sentencia, el condenado acompañaba a la víctima al baño durante los talleres de cerámica.
Lo hacía para prestarle la asistencia que precisaba tanto para realizar sus necesidades como para su aseo. Pero el monitor aprovechaba los momentos que se encontraban en solitario en la zona de duchas para abusar sexualmente de su víctima.
El condenado recurrió la sentencia
Aunque el condenado recurrió la sentencia al considerar que debían primar el relato de los testigos de parte sobre lo narrado por la víctima y su familia, el alto tribunal ha desestimado el recurso y ha otorgado total credibilidad al testimonio de la víctima, apoyado en las pruebas periciales.
Así pues, la sentencia de la Sala de lo Penal del alto tribunal, a la que ha tenido acceso Efe, ha desestimado los recursos formalizados por Rafael A.Z. y ha confirmado la condena a siete años de cárcel como autor de un delito continuado de abusos sexuales y otros cinco de años de inhabilitación para su trabajo como monitor.
Además, el condenado tendrá que indemnizar a la víctima con 6.000 euros y pagar las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.