David es el exrector de Sant Vicenç de Castellet (Barcelona) que ha sido condenado a tres años de cárcel ¿El motivo? Casó una mujer con un muerto para cobrar la herencia.

A prisión el exrector de Sant Vicenç de Castellet

Audiencia de Barcelona ha condenado el exrector de Sant Vicenç de Castellet  a David Vargas a tres años de prisión por la falsa boda de una mujer con un difunto. Además, tendrá que pagar una multa de 1.080 euros.

Casó una mujer con un muerto

Ha sido condenado por un delito de falsedad documental y se ha descartado el delito de estafa al considerar que, durante el juicio, quedó demostrado que los dos novios de edad avanzada se casaron por la iglesia el 1 de julio del 2008. El tribunal considera probado que el exrector se puso de acuerdo con la que, durante años, fue pareja del difunto y su hija, que firmó como testigo en el expediente matrimonial.

El juicio contra el exrector de Sant Vicenç de Castellet se celebró a finales de febrero en la Audiencia de Barcelona. La muerte del novio se produjo el 11 de noviembre del 2008, y fue con posterioridad cuando, según el tribunal, se falsificó el expediente matrimonial, que se inscribió en el registro civil el 17 de marzo del 2009.

David Vargas / Cedida

David Vargas es el exrector de Sant Vicenç de Castellet (Barcelona) y ha sido condenado a tres años de prisión por casar una mujer con un muerto / Cedida

Delito de falsedad documental

Durante el juicio, la fiscalía consideró que el novio había aceptado a casarse después de 17 años de convivencia, pero no quería que quedara documentado ni tuviera efectos legales. Un hecho que, según el ministerio, explicaría por qué el matrimonio no se inscribió al registro civil hasta marzo del 2019, cinco meses después de que el novio muriera.

El tribunal también ha condenado a la hija a un año y medio de prisión como cooperadora necesaria para un delito de falsedad documental. Además, tan ella como el exrector tendrán que indemnizar de forma conjunta a los sobrinos del difunto que, como no había testamento, eran sus herederos. En total, los tendrán que indemnizar con 203.934 euros y el Obispado de Vic tendrá que asumir la responsabilidad subsidiaria.