Los Mossos d'Esquadra han detenido a Adaia López Esteve, una mujer condenada por arrancar parte de la lengua a su novio de un mordisco en Vilanova i la Geltrú en el año 2016. En mayo de 2021, la Audiencia de Barcelona le había impuesto seis años de prisión por estos hechos acusada de un delito de lesiones con la agravante de parentesco y la atenuante de dilaciones indebidas, por el tiempo que el caso tardó en llegar a juicio. Hace un año, una vez la sentencia ya fue firme, se le dieron quince días para ingresar en el centro penitenciario, pero no se presentó y desde entonces nadie sabía nada de ella. Ahora, sin embargo, la policía catalana lo ha podido localizar y detener en Sant Antoni de Calonge para que cumpla su condena.

Le arrancó parte de la lengua a su novio de un mordisco

Los hechos por los cuales Adaia tendrá que pasar seis años en prisión se produjeron el 26 de junio de 2016. La chica, natural de Valls y que en aquel momento tenía 20 años, se había ido a vivir con la víctima a un domicilio de Vilanova i la Geltrú después de iniciar una relación sentimental con él a finales de 2015. La pareja había mantenido una discusión por "cuestiones domésticas" que hizo que la mujer se marchara un rato de la vivienda. Cuando volvió, el chico intentó hacer las paces y arreglar la situación, pero cuando la estaba abrazando y le dio un beso, la joven le clavó un fuerte mordisco en la lengua con ánimo de menoscabar su integridad física. Le arrancó el tercio anterior y lo escupió en el suelo.

El hombre tuvo que recibir atención médica y le tuvieron que suturar porque "no hubo posibilitado de reconstrucción". A consecuencia de la agresión, ha sufrido la pérdida parcial del sentido del gusto para el dulce y el salado, problemas para comer, dificultad para pronunciar algunos fonemas y, también, "dificultades en aspectos emocionales y relacionales". Por este motivo, la mujer acabó siendo condenada a seis años de prisión por delito de lesiones con la agravante de parentesco y la atenuante de dilaciones indebidas. Además, también se le prohibía acercarse a menos de 500 metros o comunicarse con la víctima durante 11 años y lo obligaba a indemnizarlo con 67.210,39 euros.