Los Mossos d'Esquadra y la policía de Canovelles reforzarán la presencia en la zona, en la frontera con Granollers, después de un incidente que este fin de semana obligó a la policía a replegarse tras ser atacada con lanzamientos de botellas de vidrio. Varias patrullas de la policía catalana fueron alertadas de que entre las calles de Cellecs y la calle de Balmes, cerca de los dos municipios, había una pelea. Cuando los agentes llegaron al lugar e intentaron detener el enfrentamiento e identificar a las personas implicadas, fueron atacados con lanzamientos de botellas de vidrio, tal como ha podido saber ElCaso.com y han confirmado fuentes de la policía catalana. Las patrullas tuvieron que abandonar la zona sin identificar ni detener a nadie y solicitaron refuerzo de equipos de orden público, que enviaron dos furgonetas de la ARRO.

Cuando pudieron entrar al barrio de nuevo, ya con suficiente fuerza para repeler los ataques y buscar a los autores de los lanzamientos contra la policía, ya fue demasiado tarde. Ni los que se habían peleado ni los que lanzaron objetos contra la policía estaban en la zona y no se pudieron identificar ni detener. La tensión, sin embargo, continuó durante horas, con decenas de coches patrulla de la comisaría de Granollers y de la ARRO de Metropolitana Nord desplegados en el barrio, también con la colaboración de las policías locales. Se pudieron identificar a varias personas, pero ninguna relacionada con los incidentes generados alrededor de las once de la noche, justo cuando Granollers despedía su fiesta mayor con un castillo de fuegos en el Parc Firal y el veredicto de la fiesta, en la plaza de la Porxada.

Cataluña, un polvorín

Según han explicado fuentes de la policía catalana a ElCaso.com, durante los próximos días los Mossos reforzarán la presencia policial en estas calles, en la frontera entre Canovelles y Granollers, para evitar nuevos incidentes y poder identificar y detener a los autores del ataque a la policía. En esta zona, convertida en un gueto, hace años que la policía tiene dificultades para actuar y muchas de las actuaciones se complican; la mayoría de la población es extranjera, con personas magrebíes, sudamericanas y también nacionales, de etnia gitana. Para recuperar el control del barrio y evitar nuevas escenas como estas, o como las que por San Juan se vivieron en barriadas de Girona y Figueres, donde la policía se vio superada, durante las próximas noches los Mossos desplegarán más efectivos de la ARRO en la zona, como también se hace en otros puntos calientes de la región, como en Montcada o el Mina, en Sant Adrià del Besòs.