La autopista AP-7 ha tenido este jueves, 10 de octubre, una jornada caótica con kilómetros y kilómetros de retenciones originados por varios incidentes que a lo largo del día se han producido al paso de la vía por la zona del Vallès (Barcelona). Todo ha empezado poco antes de las tres y media de la madrugada, cuando un camión que transportaba palés con productos lácteos se ha incendiado en el kilómetro 152,5, a la altura de Cerdanyola del Vallès. Seis dotaciones de los Bombers de la Generalitat se han desplazado hasta el lugar para apagar las llamas, que han calcinado prácticamente la totalidad del vehículo pesado.
Eso ha provocado que, una vez apagado el fuego, solo se pudiera mantener un carril abierto en este punto sentido norte mientras trabajaban los servicios de emergencias, provocando colas desde primera hora de la mañana. Los trabajos, sin embargo, no han sido sencillos y, aunque una grúa se ha podido llevar el semirremolque del camión, las tareas para limpiar la vía de la carga que llevaba se han alargado hasta la una y media del mediodía, cuando se ha podido reabrir completamente la autopista después de unas diez horas de incidente. Eso ha provocado que en algunos momentos de la mañana se llegaran a acumular colas de trece kilómetros desde Castellbisbal en sentido norte, lo mismo que en sentido sur desde Mollet del Vallès, con afectaciones en otras carreteras que enlazan como la B-23, que ha sufrido retenciones de cinco kilómetros entre Molins de Rei y el Papiol.
Dos accidentes durante la tarde vuelven a provocar colas kilométricas
Cuando la situación se empezaba a normalizar después del incidente del camión incendiado, dos accidentes de tráfico han vuelto a llevar el caos a la AP-7. El primero ha tenido lugar a la altura de Santa Perpètua de Mogoda hacia las dos y media de la tarde. El siniestro no ha sido grave y no ha sido necesaria la intervención de los Bombers, aunque ha obligado a cortar dos carriles en sentido norte. Eso ha provocado importantes retenciones, en las cuales dos vehículos también han chocado entre ellos a la altura de Barberà. Finalmente, en torno a las cuatro de la tarde, una vez se han retirado los vehículos accidentados, la situación ha vuelto poco a poco a la normalidad, tras acumular doce kilómetros de colas desde Sant Cugat del Vallès, con una afectación secundaria de seis kilómetros de retenciones en la B-30 entre Cerdanyola y Barberà.
Para acabar de arreglarlo, hacia las seis y media de la tarde, un nuevo accidente a la altura de Cerdanyola del Vallès, en esta ocasión en sentido sur, ha complicado todavía más las cosas. Un camión y un coche han chocado entre ellos y este último ha acabado medio volcado sobre la vía, aunque los ocupantes tampoco han resultado heridos de gravedad y han podido salir por su propio pie. Sin embargo, el siniestro ha obligado a cortar un carril en cada sentido de la marcha, originando más ocho kilómetros de cola en sentido sur y cuatro y medio en sentido norte. Hacia las ocho de la tarde, después de que apartaran los vehículos hacia el arcén, la circulación ha empezado a ser fluida.
Un motorista muerto en la Ronda Oest de Sabadell
Más allá de la AP-7, las carreteras catalanas se han cobrado este jueves una nueva vida, la de un vecino de Sabadell de 24 años. El joven circulaba con su moto por la carretera C-58c, conocida como Ronda Oest de Sabadell, cuando por causas que se desconocen ha chocado por alcance contra un camión. Fruto del impacto, el chico ha muerto sin que los servicios de emergencias pudieran hacer nada para salvarle la vida. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación con el fin de aclarar las causas.