Sam Newland es una mujer británica con una extraña condición: es alérgica al frío. Los síntomas, que incluyen sarpullidos, picores y ronchas en la piel, le obligan a mantener la calefacción encendida todo el día, hecho que también ha llevado a un nuevo problema en su vida, las facturas de la luz, que tiene miedo de comprobar. Así vive su calvario esta mujer de 50 años, que padece esta alergia desde que tenía unos 13 años.
El calvario de Sam, alérgica al frío
Newland explicaba su día a día al medio Manchester Evening News, poniendo el foco en la calefacción, que tiene que dejar encendida las 24 horas del día, cosa que le ha hecho admitir que pronto estará "demasiado asustada" para revisar las facturas de la luz ante los últimos y desorbitados aumentos de precio. La mujer, de 50 años, tiene que mantener una temperatura de 30 grados en otoño e invierno, así como en los meses más fríos del verano.
Ahora, con los últimos picos de precios en los suministros energéticos, se calcula que en 2022 podría doblar el precio en Reino Unido, donde reside y donde le diagnosticaron la alergia tras un viaje a Singapur cuando tan solo tenía trece años. Sin embargo, el diagnóstico fue difícil, ya que al principio los médicos eran incapaces de encontrar el motivo de las erupciones, hasta que dos años más tarde descubrieron que se trataba de una alergia a las bajas temperaturas.
Sarpullidos, picores y antihistamínicos
Para tratarla, Sam solo puede tomar antihistamínicos, además de intentar mantener su cuerpo a una temperatura cálida, tal y como lo explicaba ella misma al medio citado: "Todo lo que puedo hacer es mantener la casa caliente, pero no demasiado, y asegurarme de que tengo la medicación conmigo todo el tiempo. Si empiezo a quedarme sin antihistamínicos, me estreso mucho y he llegado a llorar en ocasiones".
A este calvario sanitario, se suma ahora la extrema preocupación sobre cómo afrontar el brutal aumento en las facturas de luz de cada mes, que de momento han pasado de 58 euros al mes a 96 euros. Incluso desde la compañía proveedora les han advertido que podría llegar a sumar más de 190 euros al mes. Y es por eso que ahora ha querido explicar su historia, que denuncia que la gente suele no tomarse en serio. "Me dicen que deje de rascarme o que me ponga una sudadera para el frío", se queja.
Las facturas de la luz le hacen temblar
Ante estos comentarios, admite que tiene ganas de "gritar de frustración porque en realidad no es tan simple", además de detallar que llega a ser doloroso, ya que los picores le llevan a rascarse hasta hacerse heridas sangrantes. Y es que los síntomas incluyen picores por todo el cuerpo y "enormes puntos rojos", que pueden desencadenarse en cualquier momento con un clima un poco frío, incluso sentándose en un muro de piedra.
Ahora, con el teletrabajo, su día a día ha mejorado aparte de las facturas, aunque muchas personas le recomiendan mudarse a un país con mejor clima, cosa que ella rechaza. Además, no se trata solo del frío, sino que también la humedad y el sudor le provocan los síntomas.