No todo el mundo que nos ofrece su ayuda tiene buenas intenciones. Desgraciadamente, varias personas de nacionalidad pakistaní y en situación económica vulnerable lo aprendieron después de caer víctimas de dos compatriotas suyos, dos hombres de 43 y 54 años, que, aprovechando la misma procedencia y hablándoles en su lengua, los engañaron asegurando que podrían ayudarlos a percibir ayudas públicas. Nada más lejos de la realidad. En el momento en que los acompañaban a los cajeros para "tramitar" estas ayudas, les robaban las tarjetas de crédito después de haberse fijado en el número PIN, y hacían extracciones de efectivo y compras en diferentes establecimientos. Con este método se embolsaron 40.000 euros en más de una veintena de casos denunciados en Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Badalona.
La investigación arrancó el pasado mes de febrero después de que los Mossos d'Esquadra recibieran dos denuncias casi idénticas: en estas, las víctimas aseguraban que habían sido estafadas por dos personas de su nacionalidad que les prometieron ayudarles a gestionar unas ayudas económicas, pero quienes, en el último momento, se esfumaron con sus tarjetas y empezaron a hacer compras y extracciones de dinero de manera reiterada hasta dejarlos prácticamente a cero. Las dos víctimas explicaban que los sospechosos les habían parecido fiar porque eran de Pakistán, como ellas, y que no dudaron de sus buenas intenciones hasta que ya era demasiado tarde.
Identificados gracias a las cámaras de los cajeros
Cada vez que engañaban a algún ciudadano pakistaní, seguían el mismo guion: les hablaban en su idioma, se hacían amigos suyos y les hablaban de diferentes ayudas del estado que podrían cobrar. El paso final era ofrecerse ayudarles tanto en los trámites como en las gestiones en el banco. Era aquí donde sus verdaderas intenciones salían a la luz: miraban el código PIN mientras la víctima estaba en el cajero y, cuando se descuidaban, cogían la tarjeta y huían.
Gracias a las cámaras de los cajeros los investigadores pudieron identificarlos y localizarlos, el pasado 10 de marzo, en el distrito de Sant Andreu de la capital catalana. Les detuvieron acusados de 25 delitos de estafas bancarias y debe delitos leves de hurtos. Los arrestados, que acumulaban una decena de antecedentes, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona el 12 de marzo.