La Guardia Civil, en colaboración con la Europol y la Gendarmería Francesa, ha detenido a quince personas en Tarragona que formaban parte de un peligroso grupo criminal dedicado a los robos con fuerza en viviendas y establecimientos comerciales, desde farmacias hasta salas de juego y apuestas. El operativo, bajo el nombre de "Carbig", ha sido encabezado por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Lugo y ha permitido resolver más de una cincuentena de robos que se habían producido por toda España, así como doce asaltos en casinos a Francia.

Más de 50 robos en España y Francia

La investigación se inició a principios de 2023 a raíz de cinco robos que tuvieron lugar en la provincia de Lugo. Después de varios meses de indagaciones, la Guardia Civil permitió identificar a los presuntos autores, todos ellos procedentes de países del Este, y que formaban parte de un grupo criminal y bien organizado. Según descubrieron, actuaban como un comando itinerante con viajes de tres o cuatro días a alguna localidad para cometer los robos y, posteriormente, volver a Tarragona o Madrid, donde habían establecido sus "cuarteles generales". Sin a duras penas descansar, buscaban un nuevo objetivo y volvían a actuar en otra localidad.

Así llegaron a asaltar casas de apuestas y salones de juegos en Tomiño (Pontevedra), Valverde de la Virgen (León) y Salvo de Criptana (Ciudad Real). También robaron en establecimientos de productos cárnicos, farmacias y locales de hostelería, en municipios como Tudela, Fraga, Alcázar de San Juan, Carlet, Orihuela, Aracena, Feria, Olivenza, Illescas, León, Corrales de Buelna, Binéfar, Almazán o Monforte de Lemos. Vigilaban de día los sitios donde querían entrar para determinar las vías de acceso y huida y después volvían de madrugada para cometer el asalto. Lo hacían de forma "muy violenta" y utilizando "herramientas contundentes para forzar puertas, ventanas y practicar butrones en pocos segundos".

Material de jardín robado en Barcelona y vendido en Tarragona

Más allá de los robos en establecimientos comerciales de toda España, también entraron a robar en viviendas de la demarcación de Barcelona, algunos de ellos en los municipios de Olesa de Bonesvalls, Collbató o Sant Salvador de Guardiola. Los ladrones accedían a las casas de noche, cuando sus propietarios dormían y les robaban las herramientas necesarias para el mantenimiento del jardín. Lo hacían porque era un material de "rápida salida en el mercado negro" y, después de tenerlo oculto en un local en el barrio tarraconense de Sant Pere i Sant Pau, lo podían vender fácilmente a los propietarios de pequeñas empresas de jardinería, hormigón imprimido y mantenimiento.

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Material de jardín robado por los ladrones. / Guardia Civil

Técnicas militares para cometer los asaltos

Los ladrones, originarios de los países del Este de Europa, utilizaban técnicas militar para cometer los diferentes robos, según ha detallado la Guardia Civil, llegando a reptar por el suelo para evitar ser detectados por los sistemas de seguridad. Para evitar ser identificados, ocultaban siempre su rostro con capuchas, gorras o pasamontañas y llevaban guantes para no dejar huellas. Además, robaban los coches con los cuales cometían los golpes para que fuera difícil que se les pudiera relacionar con el robo y se desplazaban en horas en las cuales evitaban los posibles controles policiales.

Finalmente, sin embargo, los pudieron identificar y los investigadores han podido detener a quince personas en las localidades de Tarragona, la Pobla de Mafumet y Puigdelfí. Se les acusa de pertenencia a grupo criminal y más de medio centenar de robos con fuerza. En los registros realizados, se ha podido recuperar parte de los objetos que se habían robado en Catalunya, los cuales ya han sido devueltos a sus propietarios. Se calcula que el material y dinero robado en territorio español, más los daños provocados, pueden sumar pérdidas para los afectados de unos 400.000 euros. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.