En junio de 2024, el Servicio de Atención a la Víctima de Trata de la Policía Nacional recibió varias denuncias anónimas de un piso de Alicante, en la Comunitat Valenciana, que hacía las funciones de prostíbulo y donde se traficaba droga. Los agentes abrieron una investigación y descubrieron un grupo criminal que se dedicaba a prostituir y explotar sexualmente a mujeres de origen sudamericano, ofreciendo los servicios de las víctimas a través de las plataformas digitales.
Durante la investigación, que fue llamada "Operación Gorrión", los agentes de la Policía Nacional descubrieron que los investigados se dedicaban también a extorsionar a los individuos que habían hecho uso de los servicios sexuales de las mujeres explotadas. El grupo criminal amenazaba con revelar a su entorno más próximo que habían consumido este tipo de servicio y pedían pagos que oscilaban entre los 300 y los 3.000 euros. Las amenazas, además, incluían agresiones físicas o la muerte de ellos o de familiares en caso de no querer pagar.
Un total de nueve detenidos en varias provincias españolas
La Operación Gorrión culminó con la entrada y registro en el piso de Alicante, donde las víctimas de explotación sexual fueron liberadas y la entrada y registro en un piso en Albacete (Castilla la Mancha), donde residían las principales cabecillas de la trama, dos hermanos y su madre, que recibía el dinero obtenido, aunque no participaba de manera directa en la actividad del grupo criminal.
La Policía Nacional, que ha cerrado la investigación, ha detenido a un total de nueve personas en varias provincias españolas: cinco en Albacete, tres en Alicante y una en València.