Cada vez que los Mossos d'Esquadra publican datos sobre criminalidad hay cifras que no cambian: siguen creciendo el número de intervenciones de armas blancas. Cuchillos, navajas, katanas... que, en una pelea, se usan para atacar al contrincante, que puede acabar herido o, en el peor de los casos, sin vida. Este incremento del uso del arma blanca en Cataluña, este fin de semana con incidentes en Manresa, Granollers, Terrassa y Tarragona —que hayan trascendido— preocupa a la policía. También preocupa que los datos de los delitos de lesiones, con heridos por armas blancas, también crezcan. Si solo fueran las intervenciones, se podría llegar a ver como algo positivo —que se detectan más—, pero que aumenten también los incidentes con personas heridas por arma blanca no es en absoluto una buena noticia.

Siguiendo el ejemplo de la Guàrdia Urbana de Barcelona, los Mossos d'Esquadra han incorporado, aunque a pocas unidades, varios detectores de metales que, con cuentagotas, se han repartido en diversos puntos calientes de nuestro país para poder hacer registros más efectivos en busca de armas blancas en la vía pública. Ahora, sin embargo, viendo que la aplicación del dispositivo Daga para intentar acabar con este tipo de armas no ha funcionado, y que los incidentes y problemas siguen y crecen, la policía catalana ha iniciado la compra de un millar de detectores de metal para poder tener uno en cada vehículo patrulla de los Mossos. En 2023 y 2024 ya se compraron con contratos menores, pero llegaron pocos. Con el objetivo de intensificar los controles en el espacio público y, concretamente, en los puntos que se han detectado como más calientes en cuanto a incidentes con armas blancas, se ha querido hacer esta compra de un millar de palas detectoras para poder disponer de ellas en todos los coches patrulla, ganando en seguridad para los agentes y siendo más efectivos a la hora de cachear personas, sobre todo en invierno, cuando estas armas blancas se pueden esconder mejor.

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Un agente de la policía catalana con un cuchillo, en un control de Daga, en Barcelona / GRS

El pla Daga se ha desplegado, sobre todo, en zonas de ocio donde se ha detectado que cada vez es más frecuente que las personas lleven armas y las utilicen en peleas o enfrentamientos. Lo que ya se ha bautizado como "cultura de la navaja", que esconde la tradición importada de la violencia, se ha extendido por todo el país, de norte a sur, con incidentes cada semana con personas heridas, y, sobre todo, los fines de semana. Además de Barcelona, este fin de semana también se han realizado controles en Figueres, por parte de la policía local de este municipio del Empordà, también con detectores de metales, para evitar incidentes con armas blancas durante la celebración del festival de música Acústica.

Un millar de detectores de metales

La compra de estos detectores de metales, en una licitación que ya está en marcha, tendrá un coste de unos 100.000 euros más IVA. Cada aparato, según la documentación del Departament d'Interior, vale, sin IVA, unos 99 euros. En el mismo pliego la policía catalana también tiene intención de comprar unas linternas personales, un total de 20.000, para todos los agentes, con un coste de unos 20 euros. Según consta en la documentación de la licitación, la linterna actual que llevan los coches patrulla es demasiado pesada y poco operativa, aseguran, y quieren que cada agente tenga la suya de dotación para mejorar la efectividad. Esta nueva linterna, menos pesada y de alta potencia, debe permitir a los agentes usarla al mismo tiempo que emplean otras herramientas o el arma reglamentaria.

Además de los detectores de metales en todos los vehículos policiales y también de las nuevas linternas, y tal como avanzó ElNacional.cat, también se ha iniciado la compra de material balístico, cascos y escudos, para repartir no solo a las unidades de intervención, ARRO y Brimo, sino también entre los agentes de USC a fin de poder tener también capacidad de respuesta ante posibles atentados terroristas y la nueva modalidad de armamento que usan los yihadistas, con armas largas y de guerra.