Momentos de tensión los que el pasado 26 de octubre, alrededor de las diez de la noche, se vivieron en la carretera C-17, donde un vehículo provocó una situación de peligro que bien podría haber provocado un grave accidente. Los Mossos d'Esquadra fueron alertados de que había un coche que, a la altura de Vic, en Osona (Barcelona), estaba haciendo eses y frenaba bruscamente, poniendo en riesgo tanto a los propios ocupantes como al resto de vehículos que circulaban por esta vía. Por este motivo, rápidamente se activó una patrulla del Área Regional de Trànsit para detenerlo antes de que pudiera provocar una desgracia.
Antes de que los agentes llegaran al lugar, sin embargo, los testigos volvieron a informar que el vehículo temerario se había detenido un momento y el conductor se había intercambiado el asiento con el copiloto. No obstante, si se suponía que era para que cogiera el vehículo alguien capacitado, no tuvo efecto. El vehículo, con el nuevo conductor, seguía haciendo eses y circulando lentamente y de forma peligrosa. Finalmente, la policía consiguió interceptar el coche, ya en la carretera C-37, cuando circulaba en dirección Olot. Los agentes detuvieron el vehículo y observaron que los dos ocupantes presentaban síntomas de ir bajo los efectos del alcohol.
Conductor y copiloto circulaban borrachos
Ante la situación, los agentes de los Mossos realizaron las correspondientes pruebas de alcoholemia tanto a quien en ese momento conducía como a la persona que iba de copiloto. En el caso del conductor, dio un resultado positivo de 0,69 mg/l, mientras que el acompañante —quien conducía al principio— dio 0,92 mg/l. Por este motivo, ambos hombres, de 29 y 39 años, de quienes no se ha facilitado la nacionalidad, acabaron denunciados penalmente por un delito contra la seguridad del tráfico por conducir con una tasa de alcohol por encima del límite penalmente punible.