Un hombre de 30 años está siendo investigado por la Guardia Civil por un delito de profanación de tumbas. El sospechoso, vecino de Jaén, llevaría desde el 2018 robando las pertenencias de los muertos, y habría llegado a abrir siete sepulturas de los cementerios de las localidades andaluzas de La Guàrdia, Bailén y Alcalá la Real.

Primer caso, en el 2018

La investigación empezó en septiembre del 2018, cuando los agentes de la Benemérita tuvieron constancia de la profanación de dos tumbas del cementerio municipal de La Guardia. Según todos los indicios, los cadáveres fueron extraídos de los féretros y trazados por el suelo sin más miramientos. Poco después, la policía se enteró de que en el cementerio de Bailén también habían abierto por la fuerza tres tumbas, dejando los restos derramados en los alrededores.

Ya en aquel momento las sospechas se centraron en este vecino de Jaén, pero no se le pudo detener por interrogarlo por falta de pruebas. El año 2021, después de la pandemia, la investigación se reabrió al producirse nuevamente una profanación similar, en esta ocasión en el cementerio de Alcalá la Real. Los investigadores vincularon este delito con los cometidos años antes, ya que en todos los casos el sospechoso se había llevado la tela que revestía el interior de los féretros.

Mismo modus operandi

De hecho, este detalle es el que se repetía siempre durante cada robo. En algunos casos no se llevaba nada a primera vista, pero la tela de revestimiento siempre desaparecía. Hasta el momento los investigadores no han podido determinar con exactitud cuál es el motivo de estos hurtos, aunque hacerse con las pertenencias de los muertos parece ser el motivo más lógico.

Con las nuevas pruebas obtenidas durante los últimos incidentes, la Guardia Civil está estrechando el cerco sobre el sospechoso, y está previsto que remitan las diligencias a un juzgado para que lleve a cabo la instrucción de la causa.