El ojo avizor de un vecino de Crespià, en el Pla de l'Estany (Girona), permitió cazar a un ladrón el pasado 20 de noviembre. Aquel día, sobre las seis y media de la tarde, un hombre alertó a los Mossos d'Esquadra de que tenía delante un coche con tres personas dentro, que miraban con actitud muy sospechosa algunas de las casas del pueblo. En un momento determinado, bajaron del vehículo y se adentraron en un bosque a pie. Rápidamente, se activó una patrulla de paisano que se acercó al lugar para hacer vigilancia en la zona en caso de que los sospechosos volvieran a aparecer.
No tuvieron que esperar mucho: uno de los tres hombres de los que había alertado el vecino apareció saltando la valla de una de las casas aisladas que hay junto a la zona boscosa que rodea este pequeño municipio de unos 200 habitantes. El individuo, de 50 años y nacionalidad marroquí, según ha podido saber ElCaso.com, fue interceptado mientras se dirigía a un coche aparcado en la calle, que coincidía plenamente con la descripción facilitada por el alertante.
Cazado saltando la valla de una casa y detenido por intento de robo
El sospechoso justo había saltado la valla perimetral cuando se vio rodeado por los agentes que lo detuvieron, se identificaron como policías y procedieron a registrarlo. A primera vista ya vieron que llevaba puestos unos guantes de trabajo, posiblemente para no dejar huellas, y en el bolsillo del pantalón le encontraron un destornillador, una linterna y las llaves del coche.
Los policías revisaron el estado de la casa cuya valla le habían visto saltar y que comprobaron que estaba doblada. Los accesos a la vivienda, afortunadamente, no estaban forzados; el buen ojo del vecino, que sospechó enseguida de los forasteros, evitó el saqueo del domicilio. Con todo, los Mossos detuvieron al hombre, que hasta ese momento no contaba con antecedentes, acusado de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa.