Batalla campal en un local de ocio nocturno de Sitges (Barcelona). Un grupo de personas protagonizaron el pasado 23 de julio una pelea multitudinaria en un bar de la popularmente conocida como calle del Pecado, aunque oficialmente Primero de Mayo. Como ya explicó ElCaso.com, decenas de jóvenes se enredaron en un violento enfrentamiento a las puertas de un establecimiento la madrugada de aquel domingo. Una cincuentena de estos se lanzaron sillas entre ellos, pegando botellazos e, incluso, agrediéndose con palos de hierro. Los vecinos, alarmados, alertaron a los servicios de emergencia, y varias patrullas de ARRO de los Mossos d'Esquadra y efectivos de la Policía Local se dirigieron a la zona, recibiendo indirectamente el lanzamiento de objetos contundentes, al encontrarse en medio del disturbio.
Ahora, unas semanas más tarde, los Mossos d'Esquadra han detenido a doce personas relacionadas con la batalla campal que se produjo aquella madrugada del pasado 23 de julio a las puertas de un bar situado en la esquina de las calles Santa Tecla y Primer de Maig de Sitges. Los arrestados tienen entre 19 y 41 años y son vecinos de varias localidades de la comarca del Garraf. La policía catalana llevó a cabo las detenciones entre los días 3 y 7 de agosto a raíz de una investigación iniciada el mismo día que tuvieron lugar los hechos. Esto permitió identificar a los implicados y montar el operativo, tras la disputa con lanzamiento de sillas y botellas con agentes tanto de los Mossos como de la Policía Local en medio de la trifulca.
Así acabó la batalla campal en Sitges
Las imágenes del enfrentamiento, como se puede observar en los vídeos, son extremadamente violentas. Pese a ello, no se registraron heridos graves, tan solo alguno leve por contusiones que fue atendido in situ por los facultativos sanitarios del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) que se desplazaron al ser requeridos por la batalla campal que se estaba produciendo en la popular calle del Pecado de la localidad. Sin embargo, a pesar de llegar agentes del cuerpo policial catalán y el municipal, los participantes de la pelea no se dejaron intimidar y siguieron durante un largo rato con las agresiones y el lanzamiento de objetos contundentes a diestro y siniestro. Finalmente, los policías lograron dispersar la multitud, pero las detenciones se han hecho esperar unas semanas, después de que la gran mayoría de implicados abandonaran el escenario de la disputa.