La investigación sobre la muerte del futbolista Emiliano Sala, que fue hallado muerto después de accidentarse el avión en que viajaba en el Canal de la Mancha en enero de 2019, ha dado un gran giro. Tres años después de la tragedia, que sucedió justo cuando el argentino fue traspasado al Cardiff City desde el Nantes, en un contrato de casi 20 millones de euros, se ha sabido que sufrió un grave envenenamiento antes del choque mortal del avión.
Giro radical en la muerte de Emiliano Sala
Así lo han confirmado los resultados de los análisis de sangre sacados del cuerpo de Emiliano Sala, de 28 años, que han mostrado que su sangre superaba niveles tóxicos de monóxido de carbono, apuntando a un profundo envenenamiento que lo habría dejado inconsciente antes de morir. Otras pruebas forenses realizadas por el doctor Basil Purdue demostraron la pasada semana que la causa de la muerte del jugador eran varias lesiones en cabeza y pecho coincidentes con el accidente aéreo.
Sin embargo, ahora se ha descubierto que había padecido un envenenamiento por monóxido de carbono y habría estado "profundamente inconsciente" en el punto de impacto con el mar, según el relato del doctor Purdue. Esta conclusión proviene de las pruebas toxicológicas en muestras de su sangre, que presentaban un nivel de saturación de sangre de monóxido de carbono del 58%, que el forense ha calificado como grave envenenamiento ante el tribunal de Dorset, a cargo de la investigación. El origen de la sustancia tóxica se atribuye al sistema de escape del propio avión.
El futbolista estaba gravemente envenenado cuando se estampó el avión
El médico añadía, además, un dato que parecía insignificante, pero que ha resultado ser uno de los secretos mejor guardados de Sala: fumaba cigarrillos y nadie lo sabía. Ante el tribunal también se detalló que en la habitación del hotel del sur de Gales en el que se alojaba se encontraron cuatro paquetes de tabaco. La sargento Sarah Gedge, de la policía de Dorset, detallaba en la audiencia: "El señor Sala tenía algunas pertenencias en la habitación y hubo una solicitud de la agente del señor Sala con respecto a los cigarrillos hallados en el cuarto, ya que la familia del joven no sabía que fumaba y él no quería que lo supiesen".
Gedge continuaba: "Nos pusimos en contacto con la agente de Sala, Meissa N'diaye, para confirmar el hábito fumador de Emiliano, cosa que ella nos confirmó, asegurando que el jugador fumaba de uno a cinco cigarrillos Lucky Strike Lights al día, hábito que tenía desde hacía dos años". Sin embargo, la información aportada por la agente provenía de otra persona, debido al máximo secretismo del futbolista acerca de esta costumbre.
Su secreto mejor guardado sale a la luz: no lo sabía ni la familia
Tanto lo ocultó que incluso en el cuestionario médico que completó como parte del proceso de traspaso a la ciudad de Cardiff y su equipo, afirmó que no fumaba. Emiliano Sala moría junto al piloto del avión, David Ibbotson, de 59 años, cuyo cuerpo nunca fue encontrado, el pasado 21 de enero de 2019. La aeronave Piper Malibu había salido del aeropuerto de Nantes, Francia, a las siete y cuarto de la tarde en dirección a Cardiff, Gales, pero se perdió el contacto por radar sobre las ocho y cuarto.
Finalmente, el avión era localizado en el fondo del mar el 3 de febrero, dos semanas de búsqueda después, y el cuerpo del jugador argentino se hallaba entre los escombros tres días después.