Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 28 de mayo en Castelldefels, en el Baix Llobregat (Barcelona), a dos hombres de 49 y 58 años poco tiempo después de que cometieran un atraco en un banco de El Masnou, de donde se llevaron 140.000 euros en efectivo que consiguieron amenazante de muerte los trabajadores con una pistola. Además, los dos sospechosos, cuyas nacionalidades la policía catalana no ha comunicado, habían intentado hacer lo mismo en otras dos sucursales del Baix Penedès (Tarragona), en los municipios de Sant Jaume dels Domenys y Llorenç del Penedès, sin éxito. A los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) del Área Central de Investigación de Patrimonio los pilló en la puerta de casa de uno de ellos, justo cuando aparcaban después de haber consumado el tercer robo.
Intentan atracar dos bancos el mismo día, pero no salen adelante
Los dos robos frustrados tuvieron lugar el mismo día, el 23 de mayo, en las dos poblaciones vecinas del Baix Penedès. En los dos casos intentaron engañar a los trabajadores de las sucursales haciéndolos creer que tenían algún problema técnico con el cajero automático. Uno de los dos se acercó cuando el banco ya estaba cerrado con un casco de moto ocultándole el rostro y pidió que una de las trabajadoras saliera para ayudarlo. La mujer intentó solucionar el supuesto problema desde el interior y el hombre, viendo que no le abrirían la puerta, decidió desistir, marchándose del lugar con un coche conducido por su cómplice.
De este primer banco se desplazaron a un segundo, a solo dos kilómetros de distancia, en Llorenç del Penedès, repitiendo el modus operandi. En este caso, consiguió entrar dentro de la sucursal, amenazando a los cuatro trabajadores con una pistola. Sin embargo, tuvo que abandonar solo once minutos después de haber entrado, ya que la tensión del momento hizo que los empleados no cumplieran con sus órdenes de manera lo suficiente rápida y, temiendo que lo pillaran, huyó con las manos vacías.
Pillados mientras aparcaban
Las respectivas denuncias se hicieron llegar a la Unidad Central de Atracos que abrió una investigación. Gracias a las cámaras de seguridad, identificaron a los dos sospechosos, así como los vehículos que utilizaban, y, cinco días después de estos atracos frustrados, los detectaron en El Masnou. Uno de los dos cargaba una bolsa de deporte a la espalda mientras circulaba con patinete eléctrico con un casco de moto puesto y fue recogido por un coche que arrancó dirección Barcelona. Ante las sospechas de que habían conseguido cometer un robo, hicieron las gestiones pertinentes que las acabó de confirmar: pocos minutos antes habían entrado en una sucursal bancaria de donde consiguieron llevarse 140.000 euros en efectivo después de obligar a los trabajadores a abrir las cajas fuertes apuntándoles con una pistola.
Los agentes averiguaron que se dirigían a Castelldefels, donde uno de los dos tiene su domicilio. Las patrullas los interceptaron justo cuando aparcaban delante de casa y los detuvieron inmediatamente. La rápida actuación de los Mossos permitió recuperar todo el botín, requisar el arma de fuego y poner a los delincuentes -que acumulan una veintena de antecedentes entre los dos- a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Gavà el 30 de mayo acusados de los delitos de robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas y de conducción sin haber obtenido nunca el permiso.