Los Mossos d'Esquadra han detenido a un ladrón en Tàrrega, en el Urgell, que se dedicaba a atracar a menores de edad, amenazándolos de herirles con una navaja. Después de uno de los robos, el hombre pasó por un bar y, como no tenia dinero encima para pagar, dejó el patinete que llevaba a cambio de la bebida como señal de que volvería después. Más tarde, se descubrió que el vehículo que había dejado ni siquiera era suyo, sino que se lo acababa de sustraer a un menor de edad. El detenido, un hombre de diecinueve años con antecedentes previos, está acusado de dos robos con violencia e intimidación. En su habitual exceso de celo, los Mossos d'Esquadra no han revelado la nacionalidad del detenido.

El pasado sábado 6 de diciembre, el hombre se encontró con tres menores de edad en la calle del Carme, sobre la una de la madrugada, y los amenazó con una navaja, obligando a uno de ellos a darle su cartera. Cuando se les informó, los Mossos y la Policía Local de Tàrrega investigaron los hechos y acabaron descubriendo al autor de los hechos, al que localizaron y detuvieron al día siguiente, sobre las nueve de la noche, en la calle Segle XX.

Roba un patinete y lo utiliza para conseguir una consumición

Aquí, sin embargo, no acaba la historia. Resulta que, durante el mismo día, recuperaron de un bar de la calle Sant Pelegrí un patinete que constaba como robado desde finales de noviembre. Los agentes pidieron explicaciones, de cómo había acabado el objeto allí, y les dijeron que lo había dejado un cliente que les pidió una consumición, pero no podía pagarla, por lo que dejó el patinete como señal de que volvería más tarde para pagar y llevarse el vehículo, pero no lo llegó a hacer. Los agentes, tras otra investigación, descubrieron que el cliente que les había dejado el patinete era el hombre que habían detenido recientemente, que había robado el patinete a un menor y lo había abandonado en el bar. Teniendo esto en consideración, se denunció al delincuente no por uno sino por dos robos con violencia e intimidación.