Ágiles, organizados y cada vez más peligrosos y violentos. Sería un retrato rápido de los ladrones, muy jóvenes y la mayoría de nacionalidades extranjeras, del norte de África, que han convertido Barcelona en su zona cero.

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, a pesar del esfuerzo de sus patrulleros, no pueden hacer nada para recuperar el control de la ciudad, cada vez mucho más hostil a ciudadanos y a los pocos turistas que van volviendo a la capital de Catalunya.

Como una organización criminal más, los ladrones que se han hecho fuertes en Barcelona se han repartido los botines. Algunos se dedican al robo de relojes de lujo, otros en maletas de turistas y, otros, como los protagonistas de este vídeo, a los tirones de cadenas de oro.

Te roban en menos de 5 segundos

El vídeo se ha grabado en el Raval de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. La zona más conflictiva, ahora mismo, con respecto a la caza de turistas por parte de estos grupos organizados. Las imágenes no dejan mucho terreno a la imaginación y a la especulación. Quien quiere, puede ver el problema que parece que se haya cronificado en Barcelona. En las imágenes se ve una tentativa de robo de una cadena de cuell  y también un robo consumado de uno de estos collares de oro.

 

Los ladrones localizan a la víctima y sin que el objetivo se dé casi cuenta de ello le roban el collar del cuello. Uno de los jóvenes se acerca a la víctima, lo distrae, le hace tocamientos para evitar que note lo que será su momento clave, cuando le arranca del cuello la cadena. Son menos de 5 segundos y el ladrón ya tiene la cadena escondida detrás de la espalda y el turista, que paseaba tranquilamente con su maleta buscando el hotel donde pasado la noche, ya no tiene el collar en el cuello.

Puñetazo en la boca para defenderse

En la segunda parte del vídeo se ve el mismo modus operandi. El turista, en este caso, detecta el intento de robo y se enfrenta al ladrón.

El joven hurtador se acerca con alguna excusa a la pareja de turistas, poco a poco va acercándose más hasta que le pone la mano en el cuello, con la intención de iniciar la operación de robo, pero el joven, con camiseta amarilla, lo detecta, se lo intenta sacar de encima y le tiene que dar un puñetazo en la boca para hacerlo marcharse. En este caso, el robo quedó en una tentativa.

A la derecha, uno de los ladrones. La víctima pudo detener el ataque con un puñetazo a la cara del presunto hurtador / Cedida

Repunte de violencia en Barcelona

¿Barcelona está fuera de control? Parece que aquellas escenas de violencia de los ladrones por el centro de Barcelona del negro verano de 2019 han vuelto. Después del paro general por la pandemia, parece que la capital de Catalunya vuelve a ser la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones y los turistas vuelven a ser el objetivo más fácil.

Pero con menos turistas, hay menos botín, y los ladrones, más o menos, son los mismos, por lo tanto, tienen que ser más contundentes en los asaltos y eso implica más violencia. Los Mossos lo saben. Y si bien los agentes que patrullan las calles, de paisano o de uniforme, hacen el que pueden, no esconden la impotencia después de las detenciones.

Algunos de los ladrones son "Marrón" 10, 20, 40 o 60... es decir, el que en el argot policial quiere decir que tienen 10, 20, 40 o 60 antecedentes por hechos similares. Pero después de ser detenidos y entregados al juez, quedan en libertad. Cuando al día siguiente los agentes de Mossos o de la Urbana empiezan el turno, ya vuelven a estar en la calle.

Golpes de martillo y golpes de palo para robar en Barcelona

Este domingo a las siete de la mañana dos jóvenes, uno de nacionalidad marroquí y un menor de edad, asaltaron con un palo a un turista en la calle del Hospital del Raval. Le abrieron la cabeza y le robaron dos mochilas. Cuando los Mossos los localizaron, uno de ellos intentó agredir a uno de los policías con un cutter.

El lunes por la mañana a la salida de un hotel del Eixample uno o unos desconocidos asaltaron a un joven turista británico y le reventaron la mandíbula de un golpe de martillo para robarle la mochila. Los Mossos d'Esquadra todavía no los han podido detener.