Jules Koundé, defensa del F.C. Barcelona, ha sufrido un nuevo robo en su domicilio de Sitges (Garraf) este sábado por la noche, según ha podido saber ElCaso.com. Los ladrones, aprovechando que el jugador era al Estadio Olímpico Lluís Companys disputando un partido contra el Villarreal, han saltado la valla que rodea el complejo residencial donde vive el futbolista, han escalado la pared y han roto una ventana para poder entrar dentro. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación, aunque están a la espera de que el francés interponga la denuncia para saber qué se han llevado exactamente los delincuentes.

Los asaltantes entraron en el piso del futbolista, situado en la urbanización Terramar, alrededor de las nueve y media de la noche. En el interior de la vivienda no había nadie, y los ladrones pudieron saquear las pertenencias del jugador a placer. Cuando Koundé llegó a casa después del partido, donde sufrieron una sonada derrota contra el Villarreal, se encontró la casa patas arriba y el cristal de una de las ventanas hecho añicos. 

Ya habían asaltado su casa en abril 

No es la primera vez que Koundé acaba en el punto de mira de los ladrones. El pasado abril, también cuando jugaba un partido un sábado por la noche, en aquella ocasión contra el Betis, unos ladrones entraron al domicilio del defensa y se la desvalijaron por completo. Al día siguiente denunció ante la policía catalana, pero ahora, casi un año después, han vuelto a entrar en su casa utilizando el mismo modus operandi que entonces. 

Koundé no es el único jugador de fútbol que ha sufrido un robo de estas características en los últimos tiempos. A principios del pasado diciembre, fue Keita Baldé, delantero del RCD Espanyol, quien tuvo que denunciar un robo con fuerza en su casa, en Arenys de Mar (Maresme).

Los ladrones encontraron en el piso a la madre del futbolista, a quien retuvieron en una habitación mientras abrían la caja fuerte y la vaciaban de los objetos de valor que escondía, entre ellos, varios relojes de alta gama. La mujer no resultó herida, afortunadamente, y pudo pedir ayuda a unos vecinos que llamaron al 112 después de la huida de los atracadores.