El niño de 11 años que lleva desde el sábado ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona recuperándose de las puñaladas que le asestó a su propio padre se interpuso entre el cuchillo y su madre y su hermana, de solo dos años, para evitar que el hombre las hiriera. Así lo recoge el escrito de la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Barcelona, que ha acordado prisión provisional sin fianza para el acusado. El padre se encuentra también en el hospital, dado que saltó por la ventana después de herir al niño, sufriendo una lesión medular.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron al hombre, de 35 años y de origen latinoamericano, después de acudir a un piso del barrio de la Font d'en Fargues, en el distrito de Horta-Guinardó de la capital catalana, alertados por unos vecinos que habían oído gritos en uno de los pisos. Al llegar, se encontraron al menor con varias heridas de arma blanca y al padre, también herido, tendido en el suelo del patio interior del edificio donde se había tirado desde una altura de seis metros. La expareja del arrestado y madre del niño agredido explicó que se despertó de manera repentina aquella madrugada con el hombre arrastrándole del pelo y dando voces por todo el piso.

Los gritos despertaron también a los hijos. Tan pronto como el detenido soltó a la madre, esta entró en una habitación con los dos pequeños y empezó a pedir ayuda por la ventana al grito de "que nos matan". En aquellos momentos, el padre estaba removiendo los cajones de la cocina y el niño, según el escrito de la magistrada, entendió que estaba buscando un cuchillo para atacarlos y salió de la habitación para intentar impedirlo y proteger a su madre y a su hermana. El hombre, sin embargo, le apuñaló en varias ocasiones antes de tirarse por la ventana.

El padre ya se había puesto agresivo con ellos días antes

Aunque la magistrada tuvo que prorrogar la detención del acusado al no poder declarar ante el juzgado por encontrarse ingresado en el hospital, finalmente sí que lo han podido interrogar en el mismo centro sanitario. El hombre solo ha contestado a las preguntas de su abogada, pero ha explicado que desde hacía días "oía voces" y que aquella noche había consumido drogas. De hecho, unos días antes de los hechos, ya se puso violento con la expareja y los niños, pero la situación no escaló hasta el punto de producirse una agresión.

Aparte del ingreso en prisión, la jueza también ha decretado para el acusado la prohibición de comunicarse con las víctimas y ha acordado la guardia y custodia de los hijos en exclusiva para la madre, la suspensión de la patria potestad del investigado y el uso exclusivo de la vivienda para la mujer.