Los Mossos d'Esquadra han podido desmantelar un piso situado en el barrio de Sant Ildefons de Cornellà de Llobregat (Barcelona) donde desde hacía tiempo se estaba vendiendo cocaína adulterada. Este punto de venta se había convertido en foco de problemas, hasta el punto que estaba generando una notable sensación de alarma e inseguridad entre los vecinos de la zona. De hecho, todo salió a la luz a finales del pasado mes de julio a raíz de un apuñalamiento que tuvo lugar en el bloque de pisos donde se ubicaba la vivienda. El presunto autor fue detenido poco después y los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación con el fin de aclarar los hechos.
El apuñalamiento acaba destapando un punto de venta de droga adulterada
Después de las primeras indagaciones, los investigadores empezaron a vincular el ataque con arma blanca con una disputa relacionada con la venta de droga. Las gestiones posteriores con el fin de poder aclarar el apuñalamiento permitieron determinar que en uno de los pisos del edificio se vendían sustancias estupefacientes, así que se montó una serie de dispositivos de vigilancia discreta, donde detectaron que varias personas accedían al inmueble con la intención de comprar droga. Los consumidores adquirían concretamente una sustancia conocida como "basuco", que se trata de cocaína muy adulterada, dramáticamente adictiva y que se consume inhalada con pipas de fumar.
Con todos los indicios necesarios para poder acreditar que dentro del piso se vendían sustancias estupefacientes, este pasado 24 de septiembre, los Mossos d'Esquadra llevaron a cabo un operativo de entrada y registro de la vivienda bajo la tutela del Juzgado de Guardia de Cornellà de Llobregat. Los agentes decomisaron más 130 dosis de cocaína preparadas para su distribución y también dinero proveniente de la actividad delictiva. Una mujer de 33 años que se encontraba en la vivienda fue detenida como presunta autora de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de estupefacientes gravemente perjudiciales a la salud, aunque quedó en libertad después de declarar en sede policial a la espera de que la cite el juez.