Importante operación contra la importación de droga en Catalunya. Agentes de Vigilancia Aduanera pudieron interceptar este miércoles 2.597 kilos de cocaína que iban ocultos en un camión lleno de materia prima con destino a una fábrica papelera de Tortosa. El contenedor en el cual se encontraba había desembarcado en el puerto de Barcelona procedente de Ecuador y, gracias a un aviso de la Policía Nacional del país andino, ya sabían que podía contener algún tipo de sustancia estupefaciente. Eso permitió poder hacerle una primera apertura e inspección no intrusiva de la carga.

Una vez en la capital catalana, el pasado 29 de octubre, se pasó por el escáner de la aduana y detectaron una discrepancia en la imagen de uno de los contenedores analizados que podría ser compatible con la presencia de droga en el interior, aunque la imagen no era concluyente. Según la declaración del transporte, en el interior había fibras textiles dirigidas a una fábrica papelera de Tortosa que llevaba a cabo su actividad "de forma normal" y efectuaba importaciones regulares desde Ecuador.

La empresa de Tortosa no sabía que había droga escondida

Los investigadores establecieron un dispositivo discreto de vigilancia de la droga hasta que el pasado miércoles, 6 de noviembre, se hizo la entrega controlada de la mercancía a la empresa de Tortosa. Los agentes inspeccionaron la carga de manera exhaustiva una vez había llegado a destino y, detrás de los paquetes de fibra textil, encontraron 37 fardos de color negro cuyo contenido dio positivo en cocaína en el narcotest. En cada uno de los fardos había unos 70 kilos, que podían valer decenas de millones de euros en el mercado ilícito.

cocaina fabrica tortosa
La cocaína iba escondida detrás de paquetes de fibra textil. / Vigilancia Aduanera

Los agentes también encontraron dentro del contenedor precintos con la misma numeración que los colocados en el puerto de origen, un indicio del conocido como método del "gancho ciego", con el cual se pretendía volver a precintar el contenedor una vez extraída la cocaína, evitando que se detectara su apertura ilegal. En este sentido, los investigadores consideran que la empresa de Tortosa no era consciente de la droga que venía escondida en su contenedor y que los narcotraficantes introdujeron la droga en el puerto de origen y querían recuperarla antes de que el camión llegara a la capital del Baix Ebre.

Según la Agencia Tributaria, con el método utilizado se introduce la droga en el contenedor cuando ya se ha cargado antes la mercancía legal, normalmente en un momento próximo a la carga de los barcos en el puerto de origen, cuando ya se han superado los controles habituales y es más difícil que se pueda detectar. Una vez en el puerto de destino, se recupera antes de hacer el traslado final. En este caso, sin embargo, nadie la recogió en el puerto de Barcelona como sería habitual y la droga llegó hasta la fábrica de Tortosa. A estas alturas, Vigilancia Aduanera mantiene la investigación abierta para aclarar por qué nadie recuperó la droga y no se descartan futuras detenciones.

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El contenedor iba destinado a una fábrica de papel de Tortosa. / Vigilancia Aduanera