Karim, el niño de 13 años desaparecido el sábado en el río Ebro, ha aparecido hoy en Zaragoza. Su cuerpo sin vida ha sido hallado en la desembocadura del río Gállego.
Aparece muerto Karim, el niño desaparecido en Zaragoza
El sábado, Karim, un niño de 13 años, decidió bañarse en el río Ebro, a la altura del embarcadero de la Expo en Zaragoza, después de un partido de fútbol. Iba con tres amigos más, pero dos de ellos -chico y chica- no se bañaron.
Según la información que ha trascendido, los dos menores se metieron en el agua con la ropa puesta. Uno de ellos salió en seguida, después de un chapuzón rápido, pero Karim siguió moviéndose en el agua.
Los testimonios de sus amigos aseguran que ni siquiera se alejó de la orilla. Y, de repente, el agua se lo tragó.
"He visto que metía y sacaba varias veces la cabeza. Al final, ha empezado como a pedir ayuda, pero hemos pensado que estaba de broma. Al ver que realmente no salía nos hemos puesto todos muy nerviosos. Yo quería meterme, pero no me han dejado", contaba después del suceso uno de los menores del grupo, informa el medio Heraldo.
Cuatro días de búsqueda en el Ebro
Desde entonces, un amplio operativo de búsqueda se activó para encontrar al adolescente desaparecido.
Los Bomberos de Zaragoza y de la Diputación Provincial, voluntarios de Protección Civil, policías y militares de Pontoneros buscaron al menor durante cuatro días.
Y, finalmente, esta mañana ha aparecido su cadáver en el margen derecho del río, pasada la carretera Z-40 y la desembocadura del río aragonés Gállego.
Han sido agentes de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local, los que han hallado el cuerpo mientras batían la zona a pie esta mañana.
Desde el Ayuntamiento de la capital aragonesa confirman que la familia ha recibido atención psicológica por parte de los servicios sociales municipales, informa el mismo medio.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y el concejal delegado de Bomberos, Alfonso Mendoza, han transmitido su pésame al entorno del menor y Mendoza resalta que el río es peligroso a su paso por Zaragoza. A pesar de parecer tranquilo, "es muy traicionero", por lo que ha pedido precaución a los ciudadanos.