La Guardia Urbana de Barcelona investiga quién es y cómo ha muerto un hombre que este jueves al mediodía ha aparecido sin vida en medio de la Rambla, justo delante de la fuente de Canaletes, a pocos metros de la plaza de Catalunya. Algunas personas que paseaban por la zona, una de las más turísticas de la capital catalana, han visto que había un hombre inconsciente y han alertado a los servicios de emergencias. Hasta el lugar se han desplazado varias patrullas de la policía municipal y efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), pero cuando han llegado los sanitarios, a pesar de los intentos de reanimación, ya no han podido hacer nada para salvarle la vida y han confirmado su defunción.

La víctima, de unos 60 años, no llevaba ningún tipo de documentación encima y todavía no ha podido ser identificada. Al hacer una inspección ocular del cadáver, los agentes no han encontrado ningún indicio que apuntara hacia la posibilidad de una muerte violenta y la principal hipótesis es que se trataría de una muerte natural. Una vez la comitiva judicial ha autorizado el levantamiento del cuerpo, ha sido trasladado al anatómico forense a fin de que le practiquen la autopsia que ayude a determinar las causas de la muerte. A estas alturas, todo parece indicar que podría tratarse de un golpe de calor a causa de las altas temperaturas que durante los últimos días se están viviendo en Catalunya, aunque todavía no se ha podido confirmar y se está a la espera de los resultados de las pruebas. También se recogerán muestras biológicas que ayuden a identificar al hombre, que se desconoce si era uno de los muchos turistas que durante estos meses de verano deciden pasar sus vacaciones en Barcelona.

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El hombre ha muerto en medio de la rambla, delante de la fuente de Canaletes. / Cedida

El calor en Barcelona marca récords históricos

Que una de las principales hipótesis sea la muerte por un golpe de calor se debe al hecho de que Catalunya está viviendo una de las peores olas de calor de su historia. En Barcelona se han llegado a registrar 38,8 ºC, la segunda temperatura más alta nunca registrada, solo superada por los 39,8 °C que se registraron el 6 de julio de 1982. Eso ha provocado que en la capital catalana se haya activado el despliegue de fase de emergencia por calor diurno, con servicios de emergencias para atender a los más vulnerables, tarea en que también colabora Cruz Roja, entre otras entidades. Por su parte, la Guàrdia Urbana ha tenido que rescatar un perro que había sido encerrado en un balcón al sol durante tres días sin agua ni comida.