Una investigación no siempre es rápida. Es el caso de esta que se ha explotado ahora y que desde el año 2018 ha ocupado a los especialistas en falsificación de moneda de los Mossos d'Esquadra, la Unidad Central de Falsificación de Moneda (UCFM) de la DIC de los Mossos que lidera el subinspector Sergi Sánchez. Fue aquel año que descubrieron que había en circulación monedas de dos euros, falsas. Si bien habitualmente los falsificadores fabrican papel moneda, billetes, en esta ocasión habían detectado que habían conseguido una cosa que era complicada: falsificar monedas de dos euros haciéndolo rentable. Tenían las monedas falsas -a simple vista, es complicado poder detectarlas, si bien hay leves cambios de colores y, sobre todo, de peso- sin embargo, aquel ya lejano 2018, los Mossos no sabían de dónde salían las monedas. ¿Quién las fabricaba? ¿Dónde las fabricaban? ¿Dónde se colocaban? Era un trabajo muy al detalle ir colocando monedas de dos euros; es mucho más rentable hacer correr billetes de 50 euros, 100 o 500 euros. Y el refrán acabó siendo cierto. Detrás de estas monedas había una mafia china, de personas con antecedentes por tráfico de drogas y de personas que habían encontrado un modus vivendi más lucrativo.
Las investigaciones de los Mossos d'Esquadra fueron avanzando, pero muy poco a poco. El hermetismo de las personas que estaban relacionadas con esta mafia y, sobre todo, la falta de trazabilidad que tenían las monedas de dos euros falsas que intervenían -se confiscaron casi 25.000 euros en monedas falsas aquel 2018- hacía imposible saber de dónde salían. Y eran de muy alta calidad. Los investigadores sospechaban que los talleres de fabricación de estas monedas que inundaban Catalunya y la zona centro del Estado estaban en máxima producción, pero no había manera de llegar. Las diversas intervenciones de monedas de dos euros que se fueron haciendo los años 2018, 2019, 2020 y 2021 permitió a los Mossos asegurar que todas venían de la misma organización criminal que estaba instalada en Catalunya, si bien tenía mucha movilidad. El año 2019 se encontró una nave en Fuenlabrada donde había habido un laboratorio de fabricación de monedas, pero que ya había sido desmantelado. El año 2020 se encontraron más de 30.000 monedas de este tipo, falsas. Y en mayo de 2021, en Horta, los Mossos encontraron también un taller donde se falsificaban monedas.
Ponían en circulación las monedas con máquinas tragaperras
Aquel golpe fue clave para estirar el hilo de una investigación que ahora se ha podido acabar. En aquella ocasión se detuvieron dos personas y se intervinieron numerosos paquetes con anillos y núcleos para fabricar monedas, estampas para acuñar las monedas, maquinaria para montar las monedas, gran cantidad de cospeles -monedas ya montadas, sin acuñar- y miles de monedas de dos euros listas para ser puestas ya en circulación. De los identificados en Horta, los Mossos supieron que la Policía Nacional, que tiene una brigada también especialista en falsificación de moneda, en el Banco de España, también les investigaba e iniciaron un equipo conjunto de investigación. Las monedas de dos euros que la mafia china ponía en circulación eran similares y se encontraban, sobre todo, en máquinas tragaperras de salas de apuestas y casinos.
Pero cuando trabajas y tienes todas las antenas activadas, algunas veces la suerte te mira con buena cara. El mes de marzo todo se precipitó. Un control de tráfico de la Policía Municipal de Madrid paró un coche donde viajaban tres personas chinas a quienes encontraron una bolsa con 14.500 monedas que resultaron ser falsas. Los tres ingresaron en prisión -la falsificación de moneda es uno de los delitos más graves del Código Penal- y los investigadores estiraron el hilo. Uno de los objetos que encontraron en el vehículo fue clave para poder relacionarlos con los falsificadores que hacía años que querían encontrar. También supieron que los tres detenidos iban habitualmente a un pueblo de Toledo, Villacañas, que es donde se creía que escondían el taller desde donde salían las monedas de dos euros falsas que ya corrían por toda España.
El taller principal, escondido en un pueblo de Toledo
La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra, conjuntamente, asaltaron la nave donde estaba el laboratorio. En el interior de la nave se encontraron múltiples de troqueles de monedas de dos euros, casi 30.000 piezas interiores de las monadas, dos prensas hidráulicas de grandes dimensiones, tres máquinas de accionamiento manual y electromecánico para acuñar el lado de la moneda falsa, dos básculas de precisión, dos compresores y una bomba de agua. Además, ya tenían bolsas con centenares de monedas listas para ser puestas en circulación. A diferencia del taller de Barcelona, donde, por la pandemia, muchos de los miembros de la mafia habían vuelto a China, estaba en desuso esperando poder volver a fabricar y poner las monedas en circulación, el laboratorio de Villacañas estaba en pleno rendimiento.
Los especialistas de la Unidad Central de Falsificación de Moneda (UCFM) de los Mossos creen que este taller es el más activo e importante desarticulado en Europa y desde donde se ha hecho, los últimos meses, una producción de más calidad y cantidad de monedas de dos euros de toda la zona euro. Si bien se han podido judicializar casi 100.000 monedas falsas, los investigadores saben que es imposible llegar a saber cuántas monedas habían podido poner en circulación desde esta mafia china en los últimos años, desde 2018, cuando las empezaron a detectar, y hasta este mes de marzo, cuando fueron detenidos. Se cree que los tres hombres detenidos en Madrid el mes de marzo eran los responsables del laboratorio de Villacañas, pero no se descartan más detenidos; la operación continúa abierta.