Una casa de tres plantas en Gualta, una pequeña población de poco más de 400 habitantes. Dos hombres la alquilan y la llenan con centenares de plantas de marihuana -y varios kilos de cogollos- para dedicarse a su cultivo y posterior venta por otros municipios gerundenses. La Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de la Bisbal d'Empordà de los Mossos d'Esquadra tenía el ojo puesto sobre esta vivienda desde principios de año, cuando empezaron a sospechar que en el interior podían estar escondiendo algo ilegal, y las posteriores gestiones y vigilancias acabaron con la detención de los dos sospechosos, de 30 y 42 años y nacionalidad española, el pasado 12 de junio. La policía catalana los acusa de un delito contra la salud pública y de otro de defraudación del fluido eléctrico, ya que tenían la luz pinchada para poder proveer de energía las diferentes máquinas necesarias para mantener la plantación.
Las sospechas de narcotráfico se fueron confirmando a medida que los agentes hacían sus comprobaciones: desde el interior se oían ruidos de motores y diferentes aparatos de aire acondicionado, demasiados para una casa de estas características. Además, se sentía un fuerte olor a marihuana y vieron a un gran número de personas entrando y saliendo de la vivienda. Con estos indicios, pidieron una orden de entrada y registro que se llevó a cabo el jueves de la semana pasada.
La casa, de marihuana hasta el techo
Ninguno de los sospechosos estaba allí en el momento de la entrada, pero los agentes de la Unitat de Seguretat Ciutadana (USC) y del Àrea Regional de Recursos Operatius (ARRO) se encontraron un verdadero bosque: en la planta baja, 6 kilos de cogollos; en el primero y en el segundo, 533 plantas en diferentes fases de crecimiento por valor de 146.684 euros en el mercado negro. Junto con la droga también localizaron toda la infraestructura necesaria para mantener las plantas, como ventiladores, extractores, paneles, filtros y aires acondicionados. Además, comprobaron que la vivienda tenía una doble acometida conectada directamente a la red eléctrica de manera ilegal.

Como no encontraron a los narcos, los investigadores desplegaron algunas patrullas por el pueblo y los acabaron localizando y deteniendo aquel mismo día. Uno de él ya contaba con antecedentes y fueron puestos a disposición judicial el día siguiente. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.