Los ladrones vuelven a tener a los ancianos en el punto de mira con la estafa de la revisión del gas. Los Mossos d'Esquadra detectaron un aumento de robos a personas de edad avanzada por parte de un grupo organizado que simulaba ser inspectores de la compañía de gas para acceder a los domicilios de las víctimas. En ocho asaltos, cometidos en municipios de Barcelona y Tarragona, se hicieron con más de 44.000 euros mediante transferencias bancarias fraudulentas y llevándose dinero, joyas y aparatos electrónicos. La policía catalana ya ha podido detener a los cinco miembros de esta banda, que han quedado imputados por ocho delitos de estafa, hurto y robo con intimidación.
Llamaban por un problema con el contador del gas
El método de actuación de este grupo era siempre el mismo. Se ponían en contacto con las víctimas a través de una llamada en la cual informaban de que había habido un problema con el contador del gas o con la factura por un valor de entre 300 y 400 euros. Aseguraban que era el último día para solucionar el problema, y que por este motivo enviarían a dos personas, que acostumbraban a ser mujeres, para hacer una inspección y solucionar el problema con el suministro.
Las víctimas las dejaban pasar, y mientras una de las supuestas inspectoras les distraía y simulaba hacer la revisión, la otra recorría la vivienda en busca de objetos de valor y dinero en efectivo, así como de tarjetas bancarias y libretas de ahorro. Con la excusa de solucionar el problema, pedían a las víctimas datos bancarios que más adelante utilizaban para realizar extracciones en cajeros automáticos. Con la excusa de mirar el contador del gas situado en el exterior de los edificios, huían y aprovechaban para sacar dinero y para hacer compras con las tarjetas.
Volvían a estafarlos cuando bloqueaban las tarjetas
Las víctimas, habiéndose dado cuenta de que habían sido víctimas de una estafa, bloqueaban rápidamente las tarjetas. No obstante, los ladrones volvían a estafarlas. En esta ocasión, se hacían pasar por trabajadores de los bancos para intentar hacerse con los nuevos datos para poder seguir sacando dinero. Las sucesivas denuncias alertaron a la policía catalana de que se trataba de una banda criminal organizada. El Grupo de Robos con Violencia del Área de Barcelona de la División de Investigación Criminal pudo detener a los criminales en Barcelona ciudad y en los municipios de Cornellà de Llobregat y Sant Feliu de Llobregat.