La Policía Nacional ha detectado un nuevo engaño que utilizan los ladrones para sacar dinero a las personas mayores. Dos mujeres y un hombre han sido detenidos por sustraer tarjetas de crédito a abuelos por las calles de Barcelona y, posteriormente, hacer reintegros en efectivo, llegando a extraer en torno a 3.000 euros a cada víctima. Los arrestados trabajaban en equipo para despistar a las personas mientras hacían alguna gestión en los cajeros automáticos, miraban el PIN de la tarjeta y huían con ella. A estas alturas la investigación continúa en marcha, ya que no descartan más detenciones ni tampoco nuevas víctimas.
Ocultaban el rostro ante las cámaras
El grupo actuaba siempre siguiendo el mismo modus operandi, y tomaban las precauciones necesarias para evitar ser reconocidos. Así, esperaban alrededor a diferentes cajeros automáticos que llegara gente de edad avanzada, ocultaban el rostro con pañuelos, gafas de sol y máscaras, y se acercaban a ellos por detrás sin levantar sospechas. Uno de ellos, miraba la clave PIN que introducían las víctimas a la hora de extraer o de ingresar dinero. El otro cómplice lanzaba un billete en el suelo sin que la víctima se diera cuenta de ello, y le decía que era suyo y que se le había caído.
En aquel momento de distracción, cuando la persona se agachaba para coger el billete, los delincuentes aprovechaban y sacaban la tarjeta, huyendo con ella y sabiendo el código de acceso. Mientras todo eso pasaba, el tercer miembro del grupo estaba en los alrededores vigilando el entorno por si aparecía una patrulla de la policía. Los ladrones no iban lejos; aprovechaban los minutos entre que la víctima se daba cuenta de que le faltaba la tarjeta y llamaba al banco para bloquearla, para extraer una gran cantidad de dinero en un cajero cercano. En una de estas ocasiones, la víctima denunció que le habían sustraído 2.600 euros.