La Policía Local de La Jonquera se ha propuesto funcionar como una especie de escudo contra el consumo y el tráfico de drogas, sobre todo en lo que respeta a los camellos y consumidores que viajan desde Francia específicamente con este objetivo en mente. Su estrategia es simple, pero efectiva: intensificar los controles en la frontera y hacer drogotests a todos los conductores que vuelvan hacia la Catalunya del norte.
La legislación del estado vecino es mucho más restrictiva con respecto al consumo y la venta de sustancias estupefacientes, y eso ha hecho que mucha gente decida hacer una escapada a través de los Pirineos para satisfacer sus ansias de consumición. Por este motivo, desde hace dos años que la policía de este municipio de Girona está llevando a cabo controles cada vez más exhaustivos en la frontera. "Lo que queremos dejar claro es que venir a delinquir a La Jonquera no sale gratis", ha asegurado el jefe de la Policía Local, Alonso Caballero.
Más de 100 denuncias la primera mitad del año
En cifras, esta situación se traduce en más de 100 denuncias relacionadas con drogas desde enero de este año, en concreto, 128. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de La Jonquera han señalado que los tests "dan resultados positivos" a la hora de evitar el tráfico de sustancias en el municipio. Además, dicen que cada vez "cuesta más" encontrar conductores que den positivo en droga, pero también reconocen que se han visto casos en los que personas dejan el coche al otro lado de la frontera y vienen caminando, sorteando, así, los controles.
En este contexto, piden más efectivos de los Mossos d'Esquadra para hacer frente no solo a los traficantes de drogas, sino también a otros delincuentes multirreincidentes. Hace una semana que se inauguró la nueva comisaría de la policía catalana, pero la alcaldesa de La Jonquera, Míriam Lanero, señala que solo hay 30 agentes para cubrir trece pueblos. "Eso es completamente insuficiente y nosotros tenemos la realidad que tenemos", ha sentenciado.