El lunes 18 de agosto a las siete de la mañana, los bomberos del Parc de Bombers de Tarragona se llevaron un buen susto a la hora de entrar a trabajar cuando vieron que un coche con dos ocupantes se había estrellado contra la pared del edificio, llevándose con él un semáforo.

Al lugar del accidente se desplazaron varias unidades del Servei d'Emergències Mèdiques, que asistieron a los ocupantes del vehículo a causa de las heridas leves que habían sufrido. Hasta aquel punto, situado en el Polígono Francolí, también se desplazaron agentes de la Unidad de Tráfico de los Mossos d'Esquadra, que realizaron una primera inspección ocular y abrieron una investigación para determinar las causas exactas del accidente.

La policía catalana hizo también una prueba de alcohol y drogas que se hace de manera rutinaria cuando hay accidentes de coche y comprobaron que el conductor, de nacionalidad francesa y con solo dieciocho años, dio positivo en alcoholemia: 0,56 mg/l, una taza que cuadruplica la permitida en conductores noveles.

Detenido por no tener residencia en España

Cuando acaban las vacaciones siempre queremos volver a casa y explicar a nuestro círculo más próximo qué es lo que hemos hecho, lo que más nos ha gustado y las anécdotas que recordaremos durante una larga temporada. En el caso de dos turistas franceses, que tuvieron que posponer su vuelta en casa, quedará un recuerdo un poco agridulce de sus vacaciones en Catalunya.

La normativa de tráfico establece que si hay un accidente y se supera los 0,40 mg/l se considera un delito penal. El hombre, con domicilio en Francia, fue detenido de manera protocolaria a causa del elevado riesgo de fuga que había. Esta mañana, 19 de agosto de 2025 ha pasado a disposición judicial donde ha estado se ha sometido a un juicio rápido.