No la podía localizar y le debía muchos meses de alquiler. Así sufrió la propietaria de un piso en Gijón (Asturias) antes de saber que su inquilina estaba muerta. Lo descubrieron durante el desahucio de la vivienda este jueves a las 11.20 horas, en la calle San Juan del barrio de Contrueces de la ciudad. Allí se presentaron las autoridades judiciales junto con la Policía Local para echar a la mujer, A.P.V., de 45 años que hacía meses que no le pagaba el arrendamiento ni le cogía el teléfono, pero lo único que encontraron fue su cadáver en avanzado estado de descomposición. Desde la comisaría de policía de Gijón han asegurado a Efe que tienen sospechas que podía llevar bastantes meses muerta.
No podía pagar el alquiler una vez muerta y no se observan signos de violencia
Una vez las autoridades entraron en la vivienda, se encontraron a la mujer tendida y muerta, con el cuerpo muy descompuesto. En aquel momento, la Policía Local de Gijón dio aviso a la Policía Nacional, que es la competente en estos casos y la que se está encargando de la investigación. Los agentes municipales han comunicado que se desconocen las causas de la muerte, aunque han confirmado que no han encontrado "indicios de violencia o criminalidad en el piso". El cadáver ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal para realizarle la autopsia y aclarar las causas del deceso.
El desahucio (que por lo que la descubrieron muerta) fue promovido por la propietaria de la vivienda. Principalmente, porque llevaba meses sin pagarle el alquiler y no podía contactar con ella. La arrendataria fue al piso con la policía y la comisión judicial para proceder a la ejecución de la orden judicial. Aunque no esperaba encontrar este desenlace, descubrió el porqué de los impagos reiterados y la imposibilidad de localizarla.