Álvaro Prieto, juvenil del Córdoba CF y estudiando de ingeniería de 18 años, salió de fiesta el pasado miércoles 11 de octubre con su grupo de amigos. Con ellos se desplazó desde su Córdoba natal hasta Sevilla para acudir a una fiesta universitaria organizada en la discoteca Theatre. A las 7:22 horas del día siguiente, 12 de octubre, envió un mensaje a sus padres diciendo que se dirigía a la estación de tren de Santa Justa, donde tenía que coger un Avant a las 7:35 horas. No tuvo tiempo de llegar, sin embargo, y lo perdió.
Después de toda la noche fuera, al chico se le acabó la batería del móvil en el momento menos adecuado. No llevaba efectivo, y con el teléfono inservible tampoco podía acceder a la tarjeta de crédito digital para comprar un nuevo billete. De todos modos, intentó volver a casa colándose en un AVE que se dirigía hacia Barcelona, pero que hacía una parada en Córdoba. Consiguió subir a las 8:55 horas, pero los revisores se dieron cuenta de que no tenía pasaje y lo hicieron bajar. Viendo que no le quedaba otra opción, cruzó las vías por un sitio de acceso prohibido e intentó subir a otro tren. Lo pillaron de nuevo, y fue entonces que, desanimado, salió de la estación hacia la calle. Las cámaras de la puerta este lo grabaron alrededor de las nueve y media.
Se esfumó sin dejar rastro
A partir de aquí, Álvaro desapareció por completo. Una mujer aseguró haberlo visto paseando solo por la avenida Kansas City, pero la cámara de la DGT que hay al final de esta calle nunca lo detectó. Policía Nacional, Policía Local de Sevilla y Guardia Civil montaron un dispositivo conjunto de búsqueda y peinaron la estación, así como las calles de los alrededores e, incluso, las vías del tren. Durante los cuatro días que lo buscaron, ni los policías, ni los voluntarios que se unieron a ellos, ni los efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) del Ejército pudieron localizarlo.
Desde un primer momento, esta desaparición se catalogó como "inquietante". Preocupaba sobre todo el hecho de que, en su vida personal, no tenía problemas ni motivos que le hubieran hecho abandonar a su familia y amigos. Un estudiante modelo, deportista, y con un ambiente familiar normal, nadie se explicaba su desaparición. La madre del joven explicó sus teorías a los medios: "O se lo ha llevado un coche y le han hecho de todo, o caminando lo han atropellado". Ninguna de estas hipótesis ha resultado ser cierta.
Este lunes al mediodía, durante una retransmisión en directo de Televisión Española, un cámara ha captado unas inquietantes imágenes: entre dos de los vagones de un tren en movimiento en la estación de Santa Justa, se han podido ver los pies de una persona. Inmediatamente después, los agentes del grupo de homicidios de la Policía Nacional se han desplazado hasta donde se ha parado el tren, bajo el puente de la carretera de Carmona, y han identificado el cadáver como el adolescente Álvaro Prieto.
Se ha podido electrocutar
A falta de que le hagan la autopsia para confirmar la manera en la que murió, una de las principales teorías es que se haya podido electrocutar. El chico, desesperado por poder llegar a casa, sin dinero ni nadie que lo pudiera ayudar, habría intentado subirse en un tren cualquiera, y habría recibido una descarga eléctrica mortal al tocar el pantógrafo, el mecanismo que conecta la catenaria con el tren. Desde Renfe han emitido un comunicado informando de que este tren en concreto llevaba estacionado desde agosto a causa de una avería, y que hoy lo habían movido para realizar una maniobra sin pasajeros.
La Policía Nacional sigue investigando la desaparición y posterior muerte del adolescente cordobés, y han manifestado que mantienen abiertas "varias líneas de investigación" con los cuales trabajan de manera simultánea. Por su parte, el juzgado de instrucción que lleva el caso ha decretado el secreto de sumario mientras duran las actuaciones.