Nuestra casa tendría que ser nuestro lugar seguro, un espacio donde podamos estar tranquilos sin preocuparnos para que nadie entre o nos moleste. Por desgracia, siempre existe el riesgo de que se cuele algún ladrón, ocupa o cualquier otra persona, pero hay pequeños trucos que podemos utilizar para hacer de nuestro hogar un sitio un poco más protegido.
Hay debate sobre si es buena idea o no dejar la llave puesta en la cerradura cuando estamos en casa. Muchas cerraduras no giran si hay dos llaves puestas, una por cada lado, lo que aporta una sensación de seguridad, pero también puede implicar problemas. Si alguien nos intentara entrar en casa, no lo podría hacer, pero es muy posible que nosotros tampoco pudiéramos salir. Un problema que es más común en personas en situación de vulnerabilidad, como pueden ser personas mayores, por ejemplo. Si tienen un problema y alguien tiene que entrar en su casa, como bomberos o servicios médicos, por ejemplo, podría comportar perder un tiempo muy importante. También existe el riesgo de que un ladrón consiga empujar la llave desde su lado y, dependiendo de la puerta, podría llegar a quedársela si consigue pasarla por debajo.
Dejar la llave en la cerradura un poco girada hace que no la puedan empujar desde el otro lado
Si a pesar de los posibles riesgos de dejar la llave en la puerta eres de los que considera que vale la pena por la seguridad extra que implica, últimamente se ha popularizado un nuevo truco que pone fin al riesgo de que lo empujen desde fuera. Es muy sencillo, lo único que tienes que hacer es poner la llave en la cerradura y, antes de cerrar la puerta, girarla un poco. Este pequeño gesto que puede parecer inútil hace que — en muchas cerraduras — no se pueda poner una llave por fuera y, por lo tanto, no te puedan empujar la tuya. Si se hace este pequeño movimiento, cuando entre otra llave por el otro extremo de la cerradura esta moverá la ranura por donde entra esta segunda llave, pero el mecanismo interno quedará quieto, impidiendo que gire y, por lo tanto, que se pueda abrir la puerta. De manera similar, tampoco se podrá empujar tu llave desde fuera, ya que el mecanismo girado lo impide y el ladrón no puede ponerlo recto porque su llave no lo permite.