La Guardia Urbana de Tarragona tuvo una actuación de lo más complicada el pasado miércoles en la playa del Miracle, donde acudieron cuando se les avisó de que había un grupo de turistas franceses drogados y desnudos, algunos de ellos teniendo actos sexuales, que estaban causando problemas. Los agentes intentaron conversar con ellos y fueron recibidos con rechazo y desprecio, hasta el punto en que dos de los turistas se enfrentaron con los policías e hicieron que cuatro de ellos tuvieran que coger una baja por varias heridas, entre ellas un dedo roto. La actuación se saldó con dos detenidos, uno de 36 años y el otro de 30, los dos agresores.
Los hechos tuvieron lugar hacia la una de la madrugada, cuando la Guardia Urbana recibió un aviso que les informaba de un grupo de nueve chicos y chicas franceses que estaban desnudos en la playa del Milagro, tirando botellas de vidrio y, algunos de ellos, manteniendo relaciones sexuales en la arena. También los informaron de que había un perro sin atar que también molestaba a las otras personas. Ante esta situación, se enviaron cuatro dotaciones, es decir, ocho agentes, hacia la zona. Al llegar pudieron comprobar que lo que les habían dicho era real —excepto con respecto a los que mantenían relaciones, acto que no observaron— y se acercaron al grupo. Al ver a los agentes, uno de los turistas se puso agresivo y se acercó a ellos mientras les decía que se marcharan, que no eran bienvenidos. Cuando se encontraron los dos grupos, el turista perdió los estribos, agarró a uno de los agentes y le dio un cabezazo en la cara.
Cuatro agentes de baja y dos detenidos
Después de esta primera agresión, los agentes quisieron detener al culpable, y uno de sus amigos saltó a su defensa. Los policías se dividieron en dos grupos, cuatro de ellos intentaban reducir a los dos agresores y los otros cuatro mantenían a raya al resto del grupo. Finalmente, los agentes pudieron encargarse de los dos delincuentes, los cuales acabaron detenidos, pero no resultó sencillo. Los cuatro acabaron heridos con varias lesiones, como esguinces, contusiones varias y, uno de ellos, con un dedo roto. Los cuatro policías están de baja, aunque, según ha podido saber este medio, uno de los agentes podría volver a incorporarse al trabajo el lunes si el médico le da el visto bueno.