Un hombre de 47 años, A. M. Grimal, ha sido finalmente enviado a prisión en Zaragoza después de ser detenido en múltiples ocasiones. Pero no se trata de uno de los ladrones al uso especializados en robar carteras a turistas despistados y que acaban acumulando historiales delictivos de varias hojas, sino de un experto en simpas -la expresión que acorta el término irse sin pagar. El último mes había sido detenido nueve veces y finalmente ha ingresado en prisión.

El rey de los 'simpas', a prisión después de detenerlo nueve veces en un mes

El detonante tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando fue a un restaurante de la plaza Emperador Carlos V de Zaragoza y comió y bebió hasta alcanzar una cuenta de casi 70 euros que no quiso pagar, alegando que no tenía dinero. El propietario, ante la situación, llamó al 091 y una Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se trasladó al local, donde pudieron comprobar que Grimal no tenía ninguna intención de pagar.

Ticket Restaurante / ArchivoEl detenido hacía años que iba a los restaurantes y se negaba a pagarlos alegando que no tenía dinero / Archivo

Sin embargo, fue detenido porque se negó a dar a los agentes un domicilio conocido, y fue trasladado a dependencias policiales de forma preventiva porque no confiaban en que se fuese a presentar ante la autoridad judicial cuando se le citase para responder por sus hechos. Y fue una decisión acertada, ya que desde 2016 se había saltado varias citas ante el juez, lo que le llevó a estar cerca de entrar en prisión en 2017, aunque le salvó la campana.

Cuentas de hasta 100 euros sin pagar por todo Zaragoza

En concreto, la campana del Tribunal Supremo, que justo había implementado la novedad que consideraba que en casos de delitos leves no se puede aplicar la agravante de reincidencia para evitar "penas desproporcionadas". Así, de una pena de 4 años de cárcel y una multa que superaba los 3.500 euros, pasó a saldar la picaresca con 270 euros y la obligación de pagar dos cenas en restaurantes en los que no había pagado. Sin embargo, parece que no escarmentó.

Esposas / Cedida

Grimal ya estuvo a punto de ir a la cárcel en 2017 / Cedida

Ni mucho menos, ya que siguió con sus triquiñuelas, pegándose comilonas solo o acompañado que oscilaban entre los 13 y los 97 euros, aunque en un caso cenó con dos amigos, llegando casi a los 145 euros sin pagar. De hecho, esta última detención, que sí le ha convertido en recluso de la cárcel de Zuera, en Zaragoza, era la novena en un mes por los mismos hechos, un simpa sin esconderse, dejando claro que no pretendía saldar la cuenta. Fue la jueza del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, en funciones de guardia, quien decretó cárcel de forma preventiva para Grimal este fin de semana.

Pese a que muchos de los hosteleros estafados no han querido denunciar y han perdonado la deuda, la reincidencia le ha llevado a comer gratis entre rejas y sin elección entre las posibilidades de una carta de las que solía pedir. Estos hechos recuerdan a los sucedidos el pasado febrero en L'Ametlla del Vallès, en Barcelona, donde alrededor de treinta personas intentaron escapar de una masía en la que habían comido, dejando un tique de más de 1.000 euros sin pagar.