La llegada del frío y el temporal de lluvias ha provocado que en las últimas semanas el uso de calentadores, calderas y estufas se haya incrementado considerablemente. Esto, sin embargo, al mismo tiempo, comporta un peligro, ya que el mal funcionamiento o la mala combustión que pueden hacer estos aparatos puede liberar monóxido de carbono que provoque graves intoxicaciones a las personas que, sin darse cuenta, lo están respirando. De hecho, se conoce como el asesino silencioso, ya que se trata de un gas sin olor, sin color y sin sabor, que la gente no es consciente de que está inhalando hasta que ya es demasiado tarde

En las últimas horas, se ha vivido un caso que, afortunadamente, ha quedado en un susto. Los hechos tuvieron lugar este viernes 26 de diciembre, día de Sant Esteve, cuando pasaban pocos minutos de las diez y media de la noche y efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) se tuvieron que desplazar hasta una vivienda en el número 10 de la plaza Llevant de Manlleu, en Osona (Barcelona), porque una persona no se encontraba bien. Al darse cuenta de que era una intoxicación por inhalación de monóxido de carbono, rápidamente se alertó a los Bombers de la Generalitat, que enviaron una dotación del parque de Torelló para revisar el piso y ventilarlo. Según las primeras indagaciones, tal como han explicado fuentes de los Bombers a ElCaso.com, el origen habría sido el mal funcionamiento de una estufa eléctrica. Finalmente, el SEM trasladó a tres personas en estado leve al hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí.

La mala combustión de calderas y estufas, un peligro

El caso de Manlleu se produce en una semana en la que otro caso similar dejó varios heridos en una misma familia de Castellbisbal. Los hechos tuvieron lugar el pasado 24 de diciembre, pocas horas antes de celebrar Nochebuena, cuando los cinco miembros de una familia empezaron a encontrarse mal de repente. Tras llamar al 112, efectivos del SEM y de los Bombers de la Generalitat se desplazaron hacia el inmueble, que presentaba una alta acumulación de monóxido de carbono por la mala combustión de una estufa de butano y un brasero. Afortunadamente, los mismos habitantes habían abierto las ventanas para que se ventilara al ver que algo no iba bien. Finalmente, la abuela, de 82 años, fue evacuada al Hospital de Martorell, mientras que el resto de la familia, un hombre de 20 años y tres mujeres, de 24, 49 y 56 años, todos en estado leve, fueron trasladados al Hospital de Terrassa.