Después de varios meses de quejas por parte de los funcionarios de las prisiones catalanas a raíz del asesinato de Núria, una de las cocineras del Centro Penitenciario Mas d'Enric, parece que la cosa, en vez de mejorar, empeora. Así lo han expresado los representantes de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de la prisión de Quatre Camins en un comunicado este sábado, 13 de julio. A pesar del cese del anterior director, Domingo Estepa, a finales de junio, el nuevo alto cargo no parece cumplir con las expectativas de los trabajadores, que consideran que está poniendo "en peligro" su vida.

"El director del centro autoriza expresamente la entrada de cuchillos, tijeras y cuerdas de largas dimensiones para hacer manualidades", dicen, en referencia a unas jornadas que hicieron diez internos y siete voluntarios externos al centro durante tres días y dos noches en el departamento de enfermería, donde los presos pasaban estas dos noches, fuera de sus módulos de referencia y sin que se les interviniera todo el material mencionado, con el evidente riesgo que eso puede suponer. "Durante la actividad, el jefe de servicios tiene que reforzar la vigilancia por el detrimento a la seguridad que supone tener los cuchillos y las tijeras al alcance de los internos, y la proximidad del camino para evitar intentos de huida con las cuerdas".

Si eso no fuera poco, dicen desde el sindicato, esta experiencia les ha gustado tanto a los presos que se ha autorizado una nueva tanda de jornadas que se alargarán durante diez días. Siempre según fuentes del CSIF, la idea de alargar estos "retiros" fue de un inspector de servicios a quien "le pareció tan nuevo y positivo que animó al director" a hacerlos de más duración.

Reducción de personal y peleas entre los presos

Por otra parte, también han denunciado un incidente que tuvo lugar este viernes en el polideportivo del centro. Anteriormente, según explican en la nota, había dos funcionarias asignadas en cada turno. Pero eso cambió hace poco, con una de ellas transferida a la biblioteca. En estas circunstancias, este 12 de julio por la tarde, un interno agredió a otro con una barra de hierro del gimnasio, hiriéndolo en la cabeza y dejándolo inconsciente en un charco de sangre. La única funcionaria que había en aquellos momentos controlando la actividad tuvo que activar un código 2 y un código 0 y pedir la asistencia de los funcionarios de protocolo y de los servicios médicos.

"Sin seguridad en el centro no cabe tratamiento posible, pero parece que a este nuevo director no lo importa nuestra seguridad", han sentenciado desde el sindicato. "Pedimos el cese inmediato del director general de los servicios penitenciarios; no dejaremos de luchar por unas condiciones dignas de trabajo y poder llegar a casa sanos y salvos".