El pasado 26 de marzo, el conductor de un camión que venía de Italia se llevó un susto de muerte cuando, durante una parada en el área de servicio de Porta Catalana, en La Jonquera, oyó unos gritos provenientes del remolque. Asustado, llamó al servicio de emergencias que activó una patrulla de los Mossos d'Esquadra, que llegó en torno a las dos del mediodía. Al abrir la zona de carga, se encontraron a seis inmigrantes ilegales, dos de ellos menores de edad, que se habían escondido entre la mercancía para poder entrar en el Estado español sin ser detectados.
Los Mossos d'Esquadra trasladaron el caso a la Policía Nacional, el cuerpo encargado de gestionar las infracciones de la ley de extranjería, quienes se hicieron cargo de los polizones. Se trataba de una joven de 29 años que viajaba con sus hijos de tres y seis; dos jóvenes de 19 y 21 años y un hombre de 38. Después de cogerlas las huellas y comprobar que era la primera vez que intentaban entrar en España, se les identificó. Según explicaron, la madre y los niños procedían de Nigeria, mientras los hombres venían de Libia, Túnez y Costa de Marfil, respectivamente, según ha adelantado el Diari de Girona.
En proceso de ser readmitidos por Francia
Los agentes de la policía española trasladaron a los seis inmigrantes indocumentados a la comisaría de La Jonquera. Aunque el camión procedía de Italia, se concluyó que habían subido al remolque en algún punto de Francia, y los agentes llevaron a cabo varias gestiones para ponerse en contacto con las autoridades francesas. De acuerdo con el convenio, se solicitó la readmisión de los seis en Francia, también de los niños; como iban acompañados de su madre, no fue necesario la intervención de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), el órgano que se encarga de la tutela de los menores inmigrantes no acompañados.