Todo apuntaba a un día de Reyes perfecto: un atraco a una mujer por la mañana para robarle el bolso, un asalto a un centro comercial para llevarse dos televisores y un patinete eléctrico... Pero todo se hundió cuando a media tarde acabó detenido por los Mossos d'Esquadra. Eso es lo que le pasó a un ladrón marroquí de 25 años con múltiples antecedentes que el pasado 6 de enero vio cómo, de sopetón, pasaba de tener un día prolífico con un suculento botín a dormir en los calabozos de la comisaría de Salt.
Robos por la mañana y por la tarde...
La jornada delictiva empezó hacia las ocho de la mañana. La víctima, una chica joven, iba andando por calle Miquel Martí i Pol cuando oyó el ruido de una bicicleta que se le acercaba por detrás. De repente, notó cómo el ladrón le daba un puñetazo en la barriga y le arrancaba el bolso que llevaba encima, donde tenía un teléfono móvil valorado en 1.300 euros, 1.800 euros, un brazalete de oro y ropa. Posteriormente, el asaltante huyó.
Hacia las cuatro de la tarde, el hermano de la chica se encontró al ladrón y rápidamente avisó a la joven. Los dos fueron hasta donde estaba el delincuente, que se encontraba con sus amigos, y la víctima lo reconoció. Al ver que todavía llevaba su móvil, le pidió que se lo devolviera, pero el ladrón se negó. Se inició una pequeña discusión y avisaron a los Mossos d'Esquadra, pero cuando los agentes llegaron el delincuente y sus amigos ya se habían marchado. Gracias a la descripción facilitada por la chica y su hermano, lo empezaron a buscar.
Paralelamente, los Mossos ya lo estaban buscando por otro robo que había cometido poco antes de encontrarse nuevamente con la víctima de la mañana, hacia las tres de la tarde, esta vez en un supermercado del centro comercial de Salt. El chico había accedido al muelle de carga escalando una pared de unos tres metros de altura y se había llevado dos televisores y un patinete eléctrico, en un asalto que había quedado grabado por las cámaras de seguridad del recinto.
... para acabar detenido
Finalmente, hacia las cinco y media de la tarde, los Mossos lo pudieron localizar. Al darse cuenta de la presencia policial, el joven se echó a correr para intentar escaparse, pero lo pudieron pillar y acabó detenido. En el momento de la detención, llevaba la misma ropa puesta con la cual había asaltado a la chica por la mañana y, según se veía en las imágenes de las cámaras, había entrado a robar en el supermercado del centro comercial. Al día siguiente, 7 de enero, fue puesto a disposición del juzgado en funciones de guardia de Girona acusado de un delito de robo con violencia e intimidación, un delito de robo con fuerza y un delito de resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad.